La vida loca

La Mara 18 nos abre sus puertas gracias a la valentia de Poveda, que paga con su vida el hecho de dar micrófono y cámara a dicha organizacion.

Los líderes nos muestran la principal y casi única actividad que ocupa sus vidas: la producción y venta de pan y su programa dedidado a la captación e integración de jóvenes en el mercado laboral.
Métodos artesanales, venta, sistema de pagos, dinámicas de grupo y conflictos durante el horneado del pan...

De refilón, otras temas como las trabas que ponen las autoridades a que los jóvenes vendan pan, el acoso de la policía al negocio, una fotografía del sistema judicial guatemalteco, las ayudas a las víctimas locales de la delincuencia...

Momentos y anécdotas reales, muy bien estructurados como historia, sobre la vida de los pandilleros en las maras salvadoreñas. La historia gira en torno a una ONG llamada “Hommies unidos”, en la que los pandilleros luchan por ganarse la vida haciendo pan, pero el sistema les pone muchos obstáculos.

El documental es 100% natural, por lo mismo, muy duro, con momentos estremecedores que hacen un nudo en la garganta, con pláticas muy directas de auténticos pandilleros sobre lo que es la mara, curiosamente, con su acento salvadoreño, tienen mucho estilo para platicar las cosas, que entretiene, mucho ritmo y agilidad. Aunque sea lo menos importante del film.

Me gustó. Todo. Lo volvería a ver con gusto. Son muchas las reflexiones que provoca, que, si no sirven para saber exactamente lo que es vivir en la mara, al menos sirven para no juzgarlos muy a la ligera. Al menos para ver los graves obstáculos que les pone todo sistema (la propia mara, el gobierno y sociedad en general) para salirse de esa vida.

No tiene abundancia de sangre, ni escenas cruentas, es enfocado a un aspecto más íntimo, entre amigos y familia.

Es un buen documental pero que exige conocer algo de la guerra entre los Salvatrucha y los 18. Por el contrario, únicamente es una sucesión de escenas algo caóticas.