James Bond contra Goldfinger

Antes de que llegara "Casino Royale" en el 2006, esta era la mejor película Bond.
Ahora es la segunda, pero no por ello hay que menospreciarla: contiene por lo menos el 60% de los momentos y frases Bondianas que se recuerdan y seguro que si a alguien le preguntaras si han visto alguna película Bond, o que momento recuerdan mejor, seguro que te empezarán a citar momentos o frases de esta.

Si Sean Connery ya había creado escuela en las dos anteriores, en esta ya se convierte literalmente en leyenda, con su Bond perfecto.

Una película totalmente inolvidable, mítica, con una tensión endiablada y una chica Bond que rivaliza directamente con Ursula Andress.

Imposible no ponerla un diez.

Shirley Eaton as realmente inmortal aquí, en esta película del 007; donde vemos a un James Bond muy pasivo.
Luce la rubia estupenda, para la posteridad, bañada totalmente de su precioso cuerpo por el oro.
En “Goldfinger también luce inolvidable con su camisa larga y su pelo suelto en la cama compartiendo con el 007.
Shirley, símbolo erótico del cine dorado de los 60’s.
Otra chica dorada es “Dink” Margaret Dolan quien también luce estupenda al lado del famoso agente.
La hermana cinematografica de Shirley, Tania Mallet “Tilly” aprendiz de francotiradora es de una belleza mas serena y recatada. Pero con alma vengativa.
Honor BlackMan en el rol estelar es una verdadera belleza dorada y se lleva las palmas en su papel “lesbi-mutante” al conocer a Bond.
Sus ojos felinos son un verdadero sueño para el espectador.
La bailarina “Bonita” contribuye brevemente en este harem dorado de “Goldfinger”

James Bond, el agente secreto Británico ha regresado, y esta vez será enviado a Miami con el fin de seguir la pista a un magnate del oro, que al parecer es miembro de una red de crimen y corrupción. A la vez visitará Suiza, Kentucky y la misteriosa e infame reserva de oro del gobierno americano en Fort Knox.

El film más popular de la serie, que desataría a mediados de los sesenta la “Bondmania”, desbordando adrenalina, humor, romance y suspense por doquier, esta vez bajo al mando del Francés Guy Hamilton, remplazando a Terence Young en la dirección, y enfatizando en un ritmo trepidante, carente en la novela de Ian Fleming.

La brillante adaptación de Richard Maibaum y Paul Dehn pone frente a frente al agente 007 contra el villano más memorable de su historia, Auric Goldfinger y su curiosa obsesión por el metal dorado, en una excelente interpretación del actor alemán Gert Fröbe, quien tristemente no pudo aprender el idioma, por lo que aparece doblado en la versión original de la cinta.

Sean Connery continua con el papel de su vida, por tercera vez, y se ve rodeado de secundarios ejemplares para cualquier película Bond, como las despampanantes Honor Blackman, Tania Mallet y Shirley Eaton, esta ultima apareciendo en la icónica escena en que yace en una cama cubierta de pintura dorada; además de M, Moneypenny y el adorable cascarrabias Q, también están los malos de turno, el ex medallista olímpico de lucha libre Harold Sakata, como el temible y mudo secuaz coreano Odd Job.

A los puntos a favor se le suma la usualmente placentera secuencia inicial, toda una mini película Bond; los títulos diseñados por Robert Brownjohn, exaltados por la potente e inigualable voz de Shirley Bassey; el diseño de producción de Ken Adam, y la excitante partitura de John Barry.

Tal vez la cinta más antológica de la serie, contiene momentos imperecederos dentro de las extensas andanzas del 007, como la escena en que está a punto de ser castrado por un láser industrial, la lucha verbal (y física) entre Bond y Goldfinger, la ya mencionada “chica dorada”, el rimbombante epílogo en Fort Knox, y luego en el Jet privado del rey midas moderno. Invaluable.

Pierluigi Puccini
James Bond Fan

Una de las cumbres cinematográficas de la bondología. La perfección rezuma por todos los costados de esta extraordinaria aventura repleta de detalles deliciosos, que hacen que cada escena pueda ser saboreada con placer. Innumerables gadgets, chistecillos, ironías, juegos del gato y del ratón, secundarios de lujo como el imprescindible Felix Leiter (tal vez la persona que mejor entiende a 007) y esos aires de señor británico sin perder la compostura - hasta en las situaciones más comprometidas - que representa tan magistralmente Sean Connery, hacen de la tercera entrega para la gran pantalla del personaje de Fleming, una delicia total.

Nunca antes ni después se han podido reunir tres chicas tan bellas como partenaires de nuestro agente británico (Shirley Eaton, Honor Blackman y Tania Mallet), dos villanos con tanta categoría y mala leche como Goldfinger y Oddjob (Gerd Fröbe y Harold Sakata) y una idea general tan delirante como el móvil del crimen de turno que me ahorraré mencionar para no estropear la sorpresa a los no iniciados.

Por ello, se perdona hasta la herejía que dice Bond sobre The Beatles...

Esta película es el ideal de lo que algunos piensan que debe representar James Bond, y no se les culpa, pero es obvio que no se la puede tomar en serio.

El film cuenta con un Sean Connery en plan peleón (aquí te pillo aquí te mato, en el amor y en la guerra) y con unos secundarios más bien prescindibles (tan sólo Bernard Lee hace acto de presencia como un punto de luz en la oscuridad). Dicho esto, es bastante entretenido y consigue alegrar la vista al espectador, con sus machismo y sus efectos especiales de serie B.

Para éstos y para los guiños detectivescos de la trama, hay hueco en el spoiler.