Queridos blancos (Serie de TV)

Dear White People, secuela de la película del mismo nombre, trata sobre un grupo de activistas negros que intentan afrontar los problemas raciales en una universidad mayoritariamente blanca.

Cada capítulo abre con una narración por parte de Giancarlo Esposito y nos presenta la historia desde el punto de vista de un personaje diferente, añadiendo una nueva capa al personaje y a la historia.
Es una forma interesante de mostrarnos los acontecimientos desde distintas perspectivas. Así, se explica la complejidad que tiene el tema racial que trata la serie. Cada personaje lo afronta de una manera y tiene sus propias motivaciones para actuar. También es importante la manera en la que la serie satiriza sobre el activismo.

La serie tiene gracia. No te reirás a carcajadas, pero los ingeniosos diálogos conseguirán hacerte sonreir más de una vez.
Es un proyecto con un mensaje importante y de actualidad, apoyado por una agradable y cuidada fotografía y una buena banda sonora que subraya los temas que se plantean.

Es una pena que muchos decidan no ver esta serie u ofenderse sólo por su título. Uno de los póster reza "Bet you think this show is about you", que resulta irónico teniendo en cuenta las críticas que ha recibido. No, Dear White People no va sobre gente blanca.

Sin duda alguna, "Queridos Blancos" incomoda. Señala privilegios, te pone un espejo delante y te hace ver la cara que nosotros, los blancos, podemos imaginar pero jamás sentir ni ver. La cara amarga. Y es que esta serie muestra un equilibrio perfecto entre la lucha antirracista, el humor y la típica problemática que experimentan los jóvenes en sus años de universidad. Además, es capaz de moverse entre otras opresiones como la centrada en el género, la identidad sexual y las diferencias entre las clases económicas y como, mezclado con la raza, pueden ser armas realmente destructivas.

Algo que llama la atención también, es como señala, dentro del propio movimiento antirracista, las diferentes posturas ideológicas y maneras de actuar. Recordando al feminismo actual y sus dos vertientes más mencionadas -feminismo liberal y radical-, la serie establece un paralelismo con el antirracismo, y como un mismo acontecimiento puede ser interpretado de una forma más conservadora, o puede ser comentada y criminalizada infiscutiblemente desde la postura más radical.

Si eres una persona racializada, aunque no seas negrx, te hará meditar sobre tus derechos -pese a no tocarse mucho al resto de razas existentes, al menos en esta primera temporada-.

Si eres blanco, sin duda alguna es obligatorio verla y 100% recomendable. Te abre una puerta al análisis no sólo de la sociedad estadounidense, sino occidental, y ofrece la entrada a un análisis infinitsmente más profundo, tanto en lo general como en la deconstrucción individual.