Adam & Evil

Hacer películas como ésta queda demostrado cada día que es muy fácil. Simplemente piensa en todas las películas de terror que hayas visto y mézclalas. Luego hazte con un grupo de chavalitos con tiempo libre dispuestos a correr, gritar, decir chorradas y enseñar pecho en el caso de las chicas. Pásate por una tienda a por tomate o pintura roja, alguna careta curiosa (si no se encuentra ninguna se puede repetir máscara de otras películas) y un kit de ferretería (véase cuchillos, martillos, hachas…). Poco más hace falta visto que ideas nuevas o guiones interesantes brillan por su ausencia y es que este tipo de films de fabricación fácil no suelen contar nada sino una simple historia donde nos intentan (sin conseguirlo) confundir para que pongamos cara de sorpresa a la hora de desvelar quien está tras la careta de asesino. En el caso de ‘Adam y Evil’ es todo lo anterior, simplemente. Grupito de jóvenes que van a pasarlo bien alejados de la humanidad, asesino que los irá matando de uno en uno mientras unos beben, otros se enrollan y otros no hacen nada y momento final de descubrir al asesino. Sin embargo, ésta no es tan aburrida como otras cintas gemelas y llegará a gustar a todos los aficionados a este tipo de productos. Los actores son algo mejor de lo habitual (que no buenos), las muertes podrían haberse rodado con más arte y el final quizá no sea tan previsible como uno pueda pensar (aunque tampoco será la sorpresa de año). En fin, por encima de otros bodrios pero más de lo mismo.

Lo mejor: La cosa no aburre del todo y no es tan previsible como otras.
Lo peor: Que sigue punto por punto el esquema de cualquier otra película vaya a ser que hagan algo original.