Loverboy

Película muy irregular en el ritmo, en la planificación de las secuencias y su posterior montaje. La línea de acción de los personajes es farragosa, poco clara. Hay personajes que parecen fundamentales, que repentinamente desaparecen sin saberse nada de ellos. La historia troncal tiene muchos baches; no se entienden las decisiones de sus personajes. Decisiones que definen las claves de la película. Muchos planos son aburridos, no cuentan nada. Sin embargo algo queda al final de esta historia mal contada. Uno no puede ser ajeno después de ver "Loverboy" al destino fatal de muchas mujeres, y en este caso, destino tomado de una manera voluntaria y por Amor. Todos los defectos que se han mencionado previamente quedan en cierta medida relegados por el trabajo honesto y sincero de sus actores, muy jóvenes, pero con mucha entrega, mucha verdad. Sobre todo destaca Ada Condeescu. Recomendable.

No se ve mucho cine Rumano en las carteleras, más bien ninguno. De hecho solo recuerdo "4 meses, 3 semanas, 2 días" (Cristian Mungiu, 2007), un fresco estremecedor sobre el aborto clandestino. En el caso de "Loverboy", un título cargado de sarcasmo, el tema es la prostitución de jóvenes sin futuro, captadas para el negocio a través del amor. La película está rodada en exteriores del país, con una sobriedad que le da un aire documental. El ritmo es lento, con planos largos a veces, y diálogos reducidos a conversaciones triviales. En todo momento se consigue mantener la naturalidad y las situaciones resultan creíbles, de ahí que se llegue a conmover al espectador. El argumento es simple y previsible. Aunque no se habla directamente del asunto principal, se va deduciendo de las escenas y situaciones en que los colegas del protagonista se reúnen con él. El desenlace, no por esperado es menos terrible. Los actores desarrollan sus papeles con eficacia. No me resisto a comparar, aún con el riesgo que esto entraña, con el cine social de los hermanos Dardenne trasladado al Este de Europa.