Los santos sucios

La película tiene un clima que se diluye en el desarrollo. Todo parece que va a pasar.
La fotografía es interesante y la coloratura general del post apocalipsis es angustiante.
Del texto ni hablemos porque no pasa nada y me recuerda a las obras de teatro independiente que pretenden resolver tramas con gristos o monólogos incomprensibles y desconectados del relato.
La escena del DI Tella está fuerte. Monito aburre con sus declaraciones y reclamos.
Las locaciones abandonadas prometen tomas excelentes donde a veces la composicón simétrica recuerda las películas de Kubrik, atención a la que que Rey y su pareja tienen sobre un improvisado lecho-trono.
Cabos sueltos por un exceso de abstracción en cuanto al planteo general de irse y cruzar el río.
Personajes que deben tener un contenido simbólico que no se alcanza a entender y por supuesto, la metáfora de escapar de algo (que puede ser la vida que a todos a veces nos pesa).
El final no compensa el tantas veces experimentado: "me la paso esperando que ocurra algo trascendente y resulta que al final me quedo con más dudas que certezas y encima no pasa nada"; hace que lamentemos tanta paciencia tenida con la película.
En fin, ustedes verán.