Caprichos que matan

Vulgar thriller psicológico, con un guion muy endeble y una trama muy poco original y bastante descabellada, sobre una psicópata que se obsesiona de forma irracional de sus jefes y trata de enamorarlos, aunque para ello tenga que eliminar cualquier obstáculo.

Este film, lleno de lugares y de contenidos idénticos a los de la mayoría de realizaciones de similar género creadas para la televisión, con un ritmo narrativo totalmente plano, carece por completo de entidad estilística y técnica. Solo la presencia de la actriz principal, Cerina Vincent, provoca cierta inquietud, con sus maquinaciones, en el espectador.

Por lo demás, ni el suspense ni la intriga --mucho menos la sorpresa -- afloran demasiado, como ya he insinuado, en el ramplón argumento de esta mediocre película, que solo sirve para pasar unos noventa minutos de menguada distracción y después, simplemente, dejarla en el olvido.