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De la calle

Drama Rufino tiene 15 años y vive en las calles de México D.F. Consigue dinero de hacer pequeños trapicheos con droga para El Ochoa, un policía judicial sin escrúpulos que controla el barrio donde viven. Un día, empujado por las circunstancias, Rufino roba dinero a El Ochoa, desatando así la persecución y el acoso del policía. Sin embargo, al tiempo que planea su huida de la ciudad con su amiga Xóchitl, Rufino se entera de la existencia de su ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
29 de octubre de 2007
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda un gran ejemplo de una tendencia muy repetida en el cine de México es De la calle.
Esta tendencia a la que hago referencia, es un defecto del cine actual y consiste en la exageración de las situaciones, muchas veces como en este caso cruzando la línea de lo creible.
Al tratar de reflejar la dura realidad social mexicana su cine peca de recargar los guiones, recargar la historia de los personajes, etc. Con esto no estoy intentando decir que lo que se ve en De la calle no pase, lo que ocurre es que casi todo le pasa a un mismo personaje y eso ya se convierte casi en burla.
Para aquellos que vieron alguna vez la obra original en teatro, sabrán que la adaptación al cine abusó de lo que un solo personaje puede aguantar, en este caso de Rufino. Soy un convencido de que sin agregar tanta desventura como se hizo en la película, la historia seguía siendo igualmente impactante en su versión original.
Pubost
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10 de mayo de 2008
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene razón el amigo mexicano que ha escrito hasta el momento la única crítica, Pubost, en que la aglomeración de situaciones extremas vuelca hacia lo inverosímil el retrato social de la película, y sin embargo he de reconocer que está conseguida, que es firme en su ascendente pasión devastadora, con detalles creativos de primer orden.

Sin embargo, volviendo a Pubost, me llama la atención de que el original en que se basa sea una obra de teatro, pues aquí el ejercicio visual es tan dominante que cuesta imaginarlo en un escenario, y desde luego, tanto desastre virulento sobre las espaldas de un personaje está justificado por el toque trágico de toda la película.

Eso sí, si hablamos de los pecados del cine mexicano bueno, el lado más débil de esta película es su adicción al feísmo, algo que la emparenta con otras de las que Ripstein ha sido maestro hasta caer en una caricatura desagradable de sí mismo.

No pido que se embellezca lo horrible de ambientes bajo límites tan tremendos, sólo pido la justa medida de exhibición para que el dramático testimonio no obligue a abandonar la sala a muchos espectadores: y a fuerza de excesos se debilita la vigorosa denuncia.
horacio
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17 de mayo de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente en la nota roja mundial, México figura con altos índices de inseguridad prevalecientes en muchas de sus ciudades, con una serie de delitos interminables de listar y originados principalmente por las severas crisis económicas que desatan la desigualdad social y económica, a las que “gobernantes” han expuesto al país por mucho tiempo y sin cesar.

La ciudad de México, es el lugar perfecto para ubicar esos lugares asechados por la pobreza y el delito. La selva de asfalto donde la ley del más fuerte es regidora entre los grupos más marginados; Gerardo Tort se va directo a las alcantarillas y esquinas de las calles de la gran urbe y explora las verdaderas condiciones en que viven los niños de la calle.

“De la calle” es un título de temática áspera, muestra a esos jóvenes a la espera del semáforo en rojo en las esquinas de calles y avenidas, para poder limpiar los parabrisas de los automóviles que paran por un momento a cambio de recibir una moneda por su servicio, la actividad que incrementó desmesuradamente en los años 90 de muchas urbes en América Latina. Además se encarga de enseñar las necesidades, los miedos, las creencias y sueños de Rufino y sus amigos, quienes al acecho del abuso de Ochoa y los malos tratos de familiares cercanos, optan por la evasión de una cruda situación.

El cine de crítica social a principios de la década tuvo un auge inesperado, ocasionando que el público mexicano lo delegara a escasas salas por sentir que el cine era repetitivo y sin opciones en cuanto a temática. Aún así “De la calle” cumple por cruda que parezca la realidad de estos individuos desamparados.

Comparada con “Los olvidados” de Luis Buñuel por esa similitud que existe con respecto a la juventud sin oportunidades y relegada por su condición social.
Coleccionista Visual
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