Trouble the Water

Aunque no es lo más importante, sí que ayuda acercarse a un documental teniendo una mínima idea de lo que se va a ver. Trouble the Water no engaña en este aspecto, puesto que desde un primer momento se nos explica que vamos a descubrir lo que sucedió durante los días en los que el huracán Katrina azotó Nueva Orleans. Lo que no se intuye es que más que una reconstrucción de los hechos, vamos a asistir a éstos en si mismos, puesto que la primera mitad del film (que puede dividirse caso en dos segmentos, el antes y el después) se trata de documental real, en el que una mujer afroamericana (Kimberly Rivers Roberts) graba con su cámara cómo el agua inundó todo su barrio.

Esta primera mitad es espectacular, realmente asombrosa, y nos muestra de forma directa cómo poco a poco todo comenzó a irse al garete. Desde el cambio del tiempo de forma radical, 19 horas antes de la llegada del Katrina, hasta las primeras gotas de lluvia, hasta llegar a una pequeña inundación y finalmente un volumen de agua que casi llegaba al techo de las casas. Vemos cómo pudo sobrevivir, tanto ella como otras personas, subsistiendo en un desván y comiendo lo poco que les quedaba. Estas imágenes se notan descuidadas, sin encuadres, por que son veraces y muestran lo que pasó; no es una reconstrucción, es la catástrofe justo delante de nuestra cara.

La segunda parte del film se centra en las consecuencias y en cómo actuó el gobierno de Bush ante el problema. Por supuesto hay material político y una crítica al sistema, pero quizá este último tramo sea lo que hace que Trouble the Water pase de ser un documento excepcional y único a "uno más". Así, partido en dos focos de interés, salvo con nota la primera parte y considero que la segunda pega un bajón considerable, pese a mantener la cabeza alta en todo momento. De todas formas, es un documento interesante y que merece la pena, así que si queréis enteraros un poco más del suceso, es una buena opción.

Me había hecho demasiadas expectativas con este documental. Una pena, finalmente resultó ser una película burda, básica, elemental.. hecha por -quizás me equivoque, pero juzgo por el resultado- novatos que pareciera encontraron un gran filón (las filmaciones caseras del matrimonio protagonista: Kimberley y Scott) y la rodearon sin ton ni son de frases hechas, lugares comunes a mansalva e imágenes artificiosas desprovistas de toda carnadura. La mayor parte del tiempo se escuchan frases grandilocuentes sacadas de libros de autoayuda o de La Biblia del Sur profundo norteamericano. Al rato uno se cansa de tanta pose y tanto efectismo y comienza a revolverse en el asiento despotricando por el despilfarro del material fílmico y la esencia de la historia misma. Una verdadera lástima, porque ni el mas recalcitrante conservador puede ignorar la desidia e indiferencia con que el Gobierno Federal y Estadual trató a la comunidad mas pobre de Nueva Orleans. Con un mínimo de capacidad, estilo y elegancia se podría haber hecho algo muchísimo mejor.. ¡Y pensar que algunos acusan de efectista a Michael Moore..!