El último submarino: la gran esperanza

Buena película de guerra, sobre un submarino italiano en el Océano Atlántico durante la II Guerra Mundial. Un filme donde se expone la crudeza, violencia y matanzas (incluidos como es usual, los inocentes) de los conflictos bélicos. Pero a la vez, la película es digna de verse porque nos muestra la humanidad y la nobleza de los guerreros. Pues no todos los que intervienen en guerras son malvados como nos predican los predicadores pseudopacifistas de la izquierda (salvo si las guerras son fomentadas por ellos, que entonces los de su bando cuando matan son santos de su devoción), sino que en las guerras siempre ha habido, como nos cuenta esta película, jefes, guerreros, participantes, militares, de enorme nobleza, heroísmo y humildad para con ellos mismos, los suyos y sus enemigos.

Todo un estupendo filme que nos emociona y nos deja un buen recuerdo acerca de las maravillosas acciones del corazón humano en medio de circunstancias en que precisamente los corazones humanos se suelen endurecen como piedras.

Pues si, dignidad de la tripulación, de los prisioneros y también del oficio de soldado, entendido este desde su variante marina. La verdad es que esperaba bastante menos de ella, pero en algunos momentos no solo es una película agradable de submarinos sino una visión de lo humano, en su mejor acepción, en el horror. Este humanismo, para nada sensiblero se complementa con una descripción documental sobria así como nada heroica de lo cotidiano en un barco de combate así como los valores complementarios del sentido del deber y el respeto a los demás comenzando por los enemigos. Se pasa un rato agradable.

P.D. Si ella es la Srta. Moneypenny, igual de reprimida .