El signo de Caronte

Una película arriesgada con un guión y atmósfera visual que te atrapa desde el primer fotograma. Sin embargo la interpretación de Rubén Cortada no está a la altura. Teniendo en cuenta que es modelo y sus limitaciones como actor, no es de esperar que le quede grande el personaje del protagonista. Sin embargo, la interpretación de Melani Olivares y Fernando Guillén Cuervo son un acierto.
La dirección del film y la puesta en escena es muy técnica y visual, si es cierto que esa muestra visual acompañada de un mayor presupuesto el resultado hubiera sido más espectacular.
Una muestra de cine español diferente, recomendable sin más aspiraciones que el entretenimiento.

"El signo de Caronte" es un thriller psicológico en el qué la confusión del espectador va en aumento hasta el desenlace en el qué cada pieza encaja como en un puzzle.

Con un guión bastante acertado y unas interpretaciones logradas, el director consigue crear el ambiente perfecto para narrar esta historia en la que la tensión y la inquietud va "in crescendo" hasta el final.

Sí algo hay que objetar esta película es el error de casting por la elección de su protagonista, Rubén Cortada, que sigue siendo tan inexpresivo como siempre, aún así es sin duda la mejor de todas sus interpretaciones hasta ahora, lo que por ende nos hace reconocer la labor titánica de su director de conseguir de este actor transmitir algún tipo de emoción más allá de la pantalla. El resto del elenco hace unas buenas interpretaciones principalmente Melani Olivares que da el salto a la gran pantalla demostrando ser y una buena actriz y que no tiene que limitarse solo hacer teleseries.

En definitiva, el "Signo de Caronte" es una película absolutamente recomendable si alguien quiere pasar un rato de tensión y diversión.

El signo de Caronte, es de aquellas películas que te mantienen en tensión hasta el final. Me parece una película interesante y está muy bien ambientada, dando los efectos adecuados para emocionar al espectador.
El reparto es adecuado, pero hubiera estado interesante que el protagonista hubiese trabajado más su papel interpretativo.

Por fin una película con vistas mas allá de comedias casposas y dramas enlatados.
En contadas ocasiones el cine español nos ofrece un cine mas europeo, este es el caso de El Signo de Caronte.
Una película que te araña las entrañas poco a poco, creando una incertidumbre progresiva hacia un final inesperado.
La elección del reparto es arriesgado, quizás unos mas que otros.
Sin duda me quedo con la magistral interpretación de Fernando Guillén Cuervo, que con los años ha evolucionado exponencialmente sus dotes interpretativas.
Si hay algo que pueda achacar a la producción de la película, es la localización, un tanto costumbrista.
La fotografía y la dirección aceptables.

Esta película me ha parecido una auténtica pasada.
El director consigue lo que busca.
Lo primero que sucede es que la película te atrapa.
Es imposible desvincularse de la trama que sorprende y nos va dejando impactados y perplejos. Todo esto sucede mientras el director nos empapa del ambiente ocre en el que el protagonista se encuentra inmerso girando entorno a un cruel y despiadado asesino en serie.
La película pasa muy rápido ya que es un estimulo a la imaginación.
El curso de los acontecimientos no tienen desperdicio se los dejo al espectador, pero os aviso que están hilados sutilmente y ningún detalle es accesorio, sino que todo encaja como en un enigma.
A mi en parte me recordó a la historia original de Alicia en el país de las maravillas, pero en versión psico. Hace guiños al cine español lo me gusta mucho.
Lo único malo de esta película es la desagradable realidad que muestra, en la que el protagonista se ve obligado a desenvolverse.
La película requiere de una cuidadosa atención que no es fácil de prestar. Es como una montaña rusa con vertiginosas caídas no aptas para no expertos. Una segunda pasada nos dejaría apreciar mas detalles. Esto es lo que la hace especial y perfecta para ver entre amigos, 4 ojos ven mas que 2.
Comentarla después es una obligación porque el debate esta servido.
Lo último que os diré es que por debajo de toda la maraña ocre emerge una bonita y conmovedora historia de amor realmente emocionante.