Tulpa - Perdizioni mortali

Un 'neo-giallo' como se vendría a llamar a los films modernos que tratan de homenajear a ese subgénero italiano ya herido de muerte. Pero es que lo que tiene de 'neo' es que es del 2012, porque realmente es todo un 'giallo' a la italiana (aunque rodado en inglés), desde sus defectos y sus fallos en el guion o incoherencias en la trama, hasta sus virtudes. Diría más, al haber sido rodado en esta época quizás llegue un poco más allá, tanto en cuanto al derroche de sangre y los punto 'gore' que muchos 'gialli' carecían -más concentrado en esas tramas policíacas absurdas) como en la gran dosis de erotismo: sadomasoquismo, bondage, chicas bisexuales practicando sexo, etc.

El asesino cumple con el estereotipo del matarife enguantado, de negro y con la cara tapada, así Zampaglione -músico de rock convertido en director de cine) recupera la figura de los malos de estas pelis italianas de los 60, 70 y en menor medida, 80. Eso sí, incluye mutilaciones previas al asesinato con el objeto cortante en cuestión, no quedando nada mal esas escenas de muerte. Con su brutalidad a lo Lucio Fulci en ese aspecto; por otro lado, el colorido en rojo en la persecución por los pasillos de ese club clandestino, quizás homenajeando a Argento y sobre todo en los temas que trata y otros aspectos, a Sergio Marino.

Otra originalidad sería el aire místico y alusiones budistas -desde el título que hace referencia a los seres creados a través de la mente-, esa atmósfera onírica de las escenas del club; detalles como la empuñadura del cuchillo, arma homicida, etc.

Pese a las malas puntuaciones de ciertas páginas, yo creo que quitando a cierto aire cutrecillo (aunque también, en otros aspectos es más sofisticada) y a telefilm, más los defectos señalados al principio, por lo demás es una interesante recuperación del terror italiano y 'amarillo', con morbo y que cumple bastante bien la función de entretener.