Friendship!

Me gustó mucho. Sinceramente, no esperaba que me dejara esta sensación tan buena. La ví simplemente para practicar el alemán y me alegro, porque valió la pena. Tiene comedia y drama en su justa medida: hay momentos muy divertidos y otros muy emotivos. La fotografía también está bastante cuidada y es otro puntito que ayuda a seguir pegado a la pantalla. Yo la recomiendo encarecidamente para esas tardes en las que no tienes ganas de una película de acción pero tampoco quieres ver un gran drama o una película profunda.

Es una historia de amistad, es una historia llena de anécdotas sobre el viaje -lo que también hace que esta película sea una road movie-, es una historia sobre las cosas importantes de la vida, lo que pasa mientras caemos en las trampas del mercado y hasta del amor. Todo eso es amistad. Pero, para completar el marco, es una historia que se vuelve redonda con un desenlace contundente, fuerte, preciso, cargado de intensidad. La película está hecha para ese final, que no hay que perderse. Allí está la verdadera historia, lo que no se ha contado tras la caída del muro de Berlín.