Contacto sangriento

Pues sí, yo creo que esta peli se merece un 8. Será todo lo que se quiera: un producto simplemente comercial, una historia facilona que busca cuanto antes que comiencen las peleas, etc. Pero creo que es de las mejores películas de artes marciales que se han hecho. Escapa de fantasmadas absurdas (habituales en películas de este género), se centra en el combate del Kumité y muestra peleas muy logradas y realistas, con un Van Damme pletórico en su campo.

No sé, creo que cuando se va a ver una peli como ésta, siendo consciente del género al que pertenece y de lo que te puedes esperar, entonces no puedes decir que sea mala o mediocre. Creo que es lo que tiene que ser.

Por cierto, que llama la atención de que esté basada en hechos reales de la vida de Frank Dux.

Es francamente inenarrable las experiencias que esta película puede haber proporcionado a cientos de adolescentes o niños de la época. Conozco casos de personas que se la ponían cada día para rememorar las mejores patadas y miradas al vacío del colega Jean Claude, antes de ser estrella y con un peinadito similar al retrasado de la serie Corky que emitió Telecinco algún año después. La estructura de la película, basada en combates a diestro y siniestro, con alguna pequeña tramilla entre medio de poco interés pero que suma un poco al conjunto. El americano tópico amigo del protagonista al que le curra el malo, la rubia sin personalidad, las persecuciones por las calles de los dos soldados que vienen a por Van damme- uno de ellos Forrest Whittaker por cierto- y el maestro de Kung Fu que con el objeto de mejorar su flexibilidad le causa unos desgarros musculares a Juan Claudio en unos bonitos flashbacks Es perfecta para entretener al tío que se precie de serlo. No es un comentario machista; esta es una película de tíos, y de tías que les interese la fugaz aparición del culito de Van Damme tras beneficiarse a la rubia. Las peleas...bueno, míticas sería una palabra que se queda corta. Esas pataditas voladoras en las que el amigo se espatarra en el aire cual bailarín del lago de los cisnes -algo que fue en su juventud, antes de patear malutos-, los luchadores secundarios como el de sumo (¿a alguien le suena Honda?), el mono peleón y el malísimo Bolo Yeung, clásico de las películas del genero. No tiene precio que un supuesto torneo clandestino tenga carteles instantáneos que anuncien records mundiales de patadas más rápidas en el marcador, y que Jean Claude gima al ritmo de la nihilista banda sonora mientras acaba con el tramposo malo en la batalla final(eso no es un spoiler, está claro quién gana el torneo)... lo mejor de todo es que se supone que es una historia real...oh, q mundo tan maravilloso.

Comencé a visualizar la peli convencida de que me partiría a carcajadas por lo ridícula que aparentaba ser, y así ocurrió bastantes veces por algunas escenas, bien por divertidas (como la carrerita de los dos soldados persiguiendo a Van Damme) o porque no te queda más remedio que reirte por diálogos o primeros planos de Van Damme rememorando el pasado, pero conforme avanzaba me producía un sentimiento de afecto por Van Damme que ha provocado que me haya gustado tanto.

Es bastante previsible pero muy entretenida, eso es lo que buscaba y lo encontré, pasar un buen rato viendo peleas chulas, patadas a la altura del costillar y caras de orientales enfurecidos, la cámara lenta en los golpes es muy acertada.

Además juegan a su favor la estética y la B.S.O. ochentera que me encantan, y que está basada en hechos reales, y por si fuera poco nos deja disfrutar del cuerpo de Van Damme en sus tiempos mozos y de la escena memorable de su nada despreciable culito.

Sin duda jcvd hizo muchísimos fans gracias a esta pelicula, que sin dejar de ser una película de la Canon (bajo presupuesto) llegó a impactar por las artes marciales y el carisma de su protagonista.
Cuando el cine de artes marciales estaba enterrado, llegó el músculos de Brusela para rescatarlo.
Las peleas son espectaculares, aunque con el tiempo y los efectos especiales quedan atrasadas. Pero ante todo eran muy realistas.
Nunca antes se vió un hombre abriéndose de piernas con tal facilidad, al menos en cine, eso fue algo que a todos creo yo sorprendió.
Lástima que películas como esta, sin efectos y con un guión que tampoco es para tirar cohetes sea tan entretenida, pues se pasa rapidísimo.
En mi opinión esta, lionheart, libertad para morir y Blanco Humano las mejores del belga.

Dificl no, imposible ponerle una nota justa a “Contacto sangriento”. Por un lado la calidad cinematográfica del filme, ni que decir tiene que nula. Por otro, el carisma y los recuerdos que salpican todos y cada uno de sus fotogramas.
Yo crecí con el cine de galletas con moralina de Stallone, el cine de galletas cómico-familiares de Schwarzenegger y el cine de galletas porque sí de Van-Damme. Y puedo decir rotundamente que jamás se ha hecho, ni se hará, un cine de acción tan bueno como el que nos brindaban este trío a finales de los ochenta y principios de los noventa. Un cine sincero y bonito realizado con cariño y sin más pretensiones que crear brechas en las cabezas de los chavalines que saltábamos del sillón y nos descalabrábamos (que bonito palabro) creyéndonos Frank Dux. El cine de acción de hoy comparado con el de antaño es un mojón con pelo, y por muchos efectos especiales millonarios que pongan esto jamás cambiará. Porque el carisma no se compra con dinero.

“Contacto sangriento” es sin duda una película de culto y no sólo por ese espectacular torneo de full-contact, sino porque fue la película con la que JCVD se dió a conocer en Hollywood. Gracias a Dios para posteriores filmes le quitarían las pintas de actor porno homosexual que luce en está película, y que roza la vergüenza ajena cuando enseña su culito después de trajinarse a la prota femenina (para que quede claro que a pesar de su pintas, macho es).

El momentazo, sin duda, las semifinales, con Jean- Claude combatiendo contra nuestro campeón nacional, Paco, que lucha con los puños dados la vuelta para despistar a sus rivales.

Son recuerdos de chico...