El entusiasmo

Esta película estuvo en el BAFICI y le fue muy bien. El día que la presentaron el director del festival dijo que era un recorte muy lúcido de la edulcorada historia que nos habían contado de la Transición española, y no le erra; es un trabajo impecable de punto de vista-archivo fílmico-montaje.
Recomendable.

Gran trabajo de material de archivo y banda sonora trepidante. Contracultura, antifranquismo, movimiento obrero, ecología, feminismo... los ecos del 68 y la necesidad de sacudirse tantos años de dictadura confluyeron en una generación con unas ganas locas de libertad. Como dice el póster, una vez muerto Franco todo parecía posible. Una historia de la Transición que merece ser recordada.

Sucedió tal como se cuenta en el documental. La muerte de Franco destapó todo lo que estaba latente, clandestino y prohibido. Las ganas de vivir y de superar la dictadura atravesaron todo el país, incluso gente de fuera vino por miles a las Jornadas Libertarias del 77 en Barcelona. Revistas como Ajoblanco o Star nos abrían a otros mundos posibles y nos mostraron el underground USA de Crumb y Shelton. Las películas prohibidas y antifranquistas se mostraban en centros sociales, cineclubs y parroquias. Nuevas ideas bajo los ecos del 68, manifestaciones feministas, los primeros objetores de conciencia, el movimiento obrero presionado por la crisis del petróleo... El documental muestra imágenes, films y documentos que no conocimos, gran trabajo de investigación. El tráiler fantástico y la página web muy documentada. Años de utopía en los que todo estaba por hacer. Gracias por recordárnoslo.

Gran aporte para conocer la historia menos conocida de nuestro país. Imágenes increíbles y genial BSO con una selección de canciones que crean una atmósfera idónea para cada secuencia, con muy buen ritmo. Temas de artistas de la época y más actuales, con un final tremendo apoyado en la mítica "Autopista" de Loquillo en la época de Intocables, cuya letra se convierte en una gran metáfora de la propia película. El documental desprende las sensaciones de la época. Un acierto la ausencia de voz en off para que sean quienes lo vivieron los que nos cuenten cómo lo vivieron. La secuencia de Vitoria pone los pelos de punta.