Corina, Corina

Vale, evidentemente es de Antena3 después de comer un sábado. O sea, cine "anti-épico". Pero a menudo las pequeñas historias se convierten en grandes, y nos interesan más que las mil y una aventuras de tal súper héroe. Y nos interesan más porque nos conciernen, los problemas de sus protagonistas se parecen a los nuestros propios y eso hace que nos identifiquemos con ellos. Lo cual viene dado asímismo por una extraordinaria calidad interpretativa y de guión.
Un filme tierno y bien realizado. ¿Hace falta más?

Otra nueva versión de Sonrisas y lágrimas, esta vez es Whoopi Goldberg la nueva empleada en la triste casa, que se encargará de cuidar a la huerfanita y de enamorar al viudo. Todo esto aderezado con la situación de discriminación racial que sufrían los afro-americanos en Estados Unidos a finales de los 50 (aunque la cinta tampoco ahonda demasiado en el tema, ya que trata de hacerse agradable), y contando con buena música R&B de los años 50.

A la historia le cuesta arrancar, pero tiene una segunda mitad bastante entretenida. Lamentablemente el drama de la historia no llega a calar, aunque sí que se consigue que se palpe una pizquita de romanticismo entre la pareja. Las actuaciones son bastante buenas, Ray Liotta está quizás demasiado sosito, pero la niña se hace muy tierna y muy mona, y Whoopy Goldberg destaca entre todos haciéndose realmente carismática y siendo lo mejor de la previsible película (la verdad es que sin ella esta película no sería absolutamente nada).

En fin, una película de buenas sensaciones y bastante disfrutable, a pesar de tener una historia altamente previsible y de no contar con un excesivo dramatismo, fuerza o profundidad. La verdad es que gustará bastante a quien disfrute de este tipo de películas romanticonas y sencillitas que no deparán ningún tipo de sorpresa, pero con las que se pasa bien el rato si uno se deja llevar por la historia.

Lo mejor: Whoopy Goldberg.
Lo peor: Su primera mitad...

Convencional drama de un padre que pierde a su esposa. Su hija pequeña, de 8 años, acusa el golpe y, en principio se niega a hablar. El padre decide contratar a una niñera para que todo vaya mejor. Debut de Jeesi Nelson ("Yo soy Sam"), que escribe, dirige y produce. Narra con solvente aptitud la tierna mirada hacia la infancia a través de los ojos de Molly (Tina Majorino).

Lo más destacado del film es su reparto. El siempre interesante aunque irregular Ray Liotta y la conocida Whoopi Goldberg, más la aplicada niña Tina Majorino ("Waterworld") realizan un trabajo aceptable. Con otros intérpretes, el film hubiera pasado más desapercibido, sin duda.

La película se sigue bien, aunque quizá le falta algo de emoción, teniendo en cuenta su argumento propio del melodrama. Lo bueno, por contra, es que no cae en el sentimentalismo, que hubiera sido el recurso más fácil y socorrido.
A pesar de resultar una pareja algo extraña, Whoopi Goldberg y, sobre todo, Ray Liotta, estupendo hasta en este papel tan básico, el film funciona. En los momentos de humor, Whoopi Goldberg demuestra sus dotes como actriz cómica.

No se le puede pedir mucho más; la película cumple su cometido de película familiar y, aunque algo irregular, se puede ver. Acusa un poco el exceso de metraje (114 minutos) pero está muy por encima de otras producciones de corte similar. Ideal para sobremesas.

Maravillosa película de sobremesa, blandita y tan dulce que apenas se puede hacer una crítica consistente de ella sin rayar en la cursilería.

Un padre que compone música para anuncios de televisión se encuentra de repente viudo, solo con su hija y con el pesado apoyo de su madre, repetitiva en la saciedad. Para empezar debo decir que resulta todo un gustazo saber que Ray Liotta compartió la pequeña pantalla con Whoopy.

Los dos componen a una nanny que saca la magia más grande que la vida real puede ofrecer a una niña, Molly que necesita desesperadamente esa chispa de magia en su vida, que sin querer el padre también la posee. De sobra.

Corina abre sus ojos y nos los abre a nosotros. Tantas quejas sobre nuestra vida diaria, y sin embargo estar ciegos a lo que esta nos ofrece nos ocurre a todos, sobretodo en esta ocasión, dentro de la película, donde el padre de la niña es realmente con mucho junto al de la niñera los dos mejores.

Valores como el respeto, el cariño y la tierna amistad entre Molly y Corina convierten esta película en un cuartel donde parecía que se había alojado Mary Poppins, y que ha cambiado de peinado y de imagen. Sin magia, pero con cariño, mucho cariño, Corina hará que te plantees que afortunado eres.

Me encanta lo que me ha hecho sentir esta película. Es preciosa, un gustazo para toda la familia. Las heridas sanarán y los frutos volverán a surgir.

Whoopy está sensacional, en su mejor rol según mi gusto.

La verdad es que este tipo de papeles le van mucho mejor a Whoopi. Entre el drama y la comedia se nos muestra una historia que a pesar de su sencillez se ve con gratitud. Fue casi un acierto pero para no más de una visualización, no engancha.