Plastic Planet

¿Han imaginado la vida sin objetos de plástico? ¿Han pensado cuáles son las consecuencias de la extrema “plastificación” de nuestra vida cotidiana? son dos preguntas que el documental Planeta plástico toma como base de una investigación sobre este producto sintético.

El documental es un viaje alrededor del mundo que nos lleva a China, Estados Unidos, India, Inglaterra, Alemania, Uganda, Austria, Bélgica y por supuesto, Europa, donde se producen aproximadamente 60 millones de toneladas anuales de productos plásticos, “utensilios modernos para la vida moderna” ya que al plástico “lo comemos, lo tomamos y lo vestimos”. Como dato sólo diré que el 40 por ciento del petróleo es para convertirse en plástico.

Este trabajo cinematográfico reúne varias voces acerca del plástico que hablan sobre el lento deterioro que traen consigo años de expulsar al ambiente materiales dañinos. El director y guionista advierte sobre los peligros invisibles que hay detrás del plástico y el desconocimiento de información sobre estos riesgos y, en contraparte, presenta varios ejemplos de cuánto plástico se puede acumular en hogares, haciendo reflexionar a sus integrantes sobre la utilización excesiva de este material.

Sin lugar a dudas, el documental no sólo te hará reflexionar, sino que te va a dejar literalmente con la boca abierta...

Saludos!

Estamos ante un documental-denuncia que por su sentido de actualidad nos acecha, que pone en evidecia el uso desmedido del plástico en la sociedad del hoy.

El creador Werner Boote, que tenia por abuelo a un gran "mercader" de plástico (quien tenía el sueño de que el plástico sea masivo) quien no se imaginaría el presente.
Hoy todos tenemos plástico alrededor, casi de forma natural, sin darnos cuenta. Pero hace 50 años era toda una novedad el plástico, según el documental, comenzó con el furor del Tupperware a mediados del siglo pasado. (Ahora entiendo el "pasame el -taper-" de mamá, no recipiente de plástico sino "taper", o Tupper escrito, como sea.)

Es de esos documentales que te dejan con un sabor agrio, no porque sea malo ni le falte algo, es que el realizador logró meterse en nuestras vidas, o sea, es algo que nos toca a todos.

Cuando habla de los riesgos de cáncer en aumento en la población mundial por el químico que despide involuntariamente el plástico, creo que ahí se deberían parar nuestras orejas como conejos, es algo escalofriante, yo me quedé viendo mi botella de agua saborizada como si fuera un intruso (ya sé, un poco paranoid).

Me hizo acordar a otro documental llamado "Nuestro veneno cotidiano" (Notre poison quotidien), similar en su forma y sus resultados (un espectador a la defensiva, por su salud).

Nada más, quizá todos deberiamos verlo, tanto como "Fast food" o "Earthlings", es una de esas cosas ocultas de las que nadie quiere hablar pero que estan ahí.
Esto nos trajo el capitalismo del desastre y somos muy pocos para cambiarlo, "usar y tirar" parece ser nuestro lema actual.

PD el final con dedicatoria al abuelo no tiene desperdicio (no quiero espoilear pero es genial)