Pescadores a la deriva

La figura de John Grierson es esencial para entender el movimiento documentalista británico e, incluso, la propia evolución de la cinematografía inglesa posterior, con evidentes resonancias en el free cinema y en documentales como 'We are the lambeth boys' (Karel Reisz, 1958).

Con la aparición de la EMB Film Unit (dirigida por Grierson) se originó un aparato de rodaje documental como medio de propaganda de carácter público e institucional. Evidentemente, más allá del aspecto puramente “instrumental” de la EMB, los realizadores que formaban parte de ella acabaron reclamando también su parcela creativa y cierta integridad autoral que les permitiera explorar sus principales preocupaciones estéticas. Algunos con mayor fuerza que otros, como es lógico.

Entre los reclutados para este movimiento documentalista, destacan los nombres de H. Jenings o A. Cavalcanti (que tiene algunas pelis en FA). Su forma de trabajo era eminentemente colectiva y obtuvieron un enorme prestigio crítico. En este sentido, 'Drifters' (Pescadores a la deriva) es uno de los ejemplos más famosos y el pistoletazo de salida de todo este berenjenal.

Las directrices fundamentales de este cine consistían en un retrato directo de la realidad, sin aditamentos, que no buscaba el escapismo sino la reflexión y el compromiso sociológico y económico con la actualidad, así como la focalización de la atención en la clase trabajadora y en cierta ponderación de la forma de vida artesanal en contraposición a la industrialización y la economía de mercado.

Por ahí, es interesante e ineludible la comparación con los documentales de Flaherty (como sancta sanctorum y pionero del documental en la historia del cine) y observar la preocupación social de Grierson por los “deberes educativos” y el pragmatismo de la “moral documental”, alejándose de paraísos de naturaleza abigarrada y exótica.

Hay que destacar, como ya adelanté antes, la fractura que se acabó produciendo en el seno de la EMB con el paso del tiempo, apareciendo una tendencia que preconizaba los derroteros de un documental de estética más personal. De hecho, Grierson siempre hizo gala de una preocupación por el uso del montaje que excedía las pretensiones puramente funcionales, y en 'Drifters' podemos ya observar cierta influencia del montaje de relaciones eisensteniano. Así surgió una relativa escisión de estilo desde planteamientos más surrealistas y autorales que contravenían de alguna forma esas tesis primeras de que la estética es un obstáculo para la finalidad aleccionadora del documental-ensayo. En ese sentido, 'Fires were started' (también en FA) sería un buen ejemplo de esa progresiva evolución de un cine que, desde la temática social como punto de partida, dejaba cierto resquicio a las alegrías creativas y narrativas más allá de las pretensiones puramente descriptivas y didácticas.