Bella y los Bulldogs (Serie de TV)

Sin llanto y sin sonrisa vemos esta serie en la que una estudiante y una porrista llamada Bella sueña con ser una jugadora del fútbol americano y convertirse en la capitana del equipo de los Bulldogs, cosa que al principio se opusieron varios de sus compañeros Sawyer y Newt. Y el otro problema es contar con sus amigas tanto en las buenas como en las malas como Sophie y Pepper.
Al ingresar accidentalmente Bella al equipo le generó armonía y un poco de discordia pero con el pasar del tiempo va afianzándose, pero también altercados. Su misión es mantenerlos unidos y lidiar en cuanto a las lesiones que pueden sufrir, estrategias para ganar y socializarlas.
No obstante, este programa adolece de muchas cosas: monotonía en cada capítulo en la que le falta ritmo y desarrollo en la que terminan a los machetazos, chistes tremendamente flojos, y un chico con un bigote y que se posa de narrador fastidioso al estilo de ¡¡¡Qué no me esperen en la casa!!! o el corresponsal (así es Ricardo Jorge) en la que narra por narrar sin saber en dónde está parado. Y ni hablar antes y después de las jugadas que muy poco se desarrollan y terminan en los camerinos pajareando o andaban de recocha.
Por lo tanto, Bella y los Bulldogs fue una monótona serie en la que una chica logra sus sueños incursionando a ser la jugadora estrella y en la que da lo mejor y le puede generar armonía a sus compañeros y como todo caballero debe atenderla como reina pero se queda en melosería y machismo olvidando que hay trabajo en equipo. Se debió trabajar en más partidos, estrategias y no quedar en infidencias que les mancillen su prestigio y/o dignidad.
Definitivamente, ni Bella, ni Nickelodeon dan pie con bola. ¡¡¡Qué mal!!!