Time of Eve (Eve no Jikan) (Miniserie de TV)

Yasuhiro Yoshiura pertenece a una nueva generación de directores de animación japoneses, una que sucederá (esperemos que más tarde que temprano) a Takahata, Miyazaki, Rintaro u Otomo, y que se unirá a Kon o Shinkai para formar un nuevo grupo de creadores con estilo propio, personalidad y ante todo, cosas que contar. Director de un par de OVAs de corta duración, Aquatic Language en 2002 y la fantástica Pale Cocoon en 2006, con "Time of Eve" da el salto hacia algo más extenso, una ONA -serie transmitida a través de Internet- dividida en seis episodios que suman en total poco más de 100 minutos, que parte de una brillante idea y que se va desarrollando con mucho más que simple corrección.

Yoshiura decide transportarnos a un mundo futuro, pero respetando el presente: es un sitio como los que tenemos ahora mismo en el exterior, sin coches voladores ni alienígenas verdes trabajando en gasolinera. El cambio, lo que se añade, es una tecnología de robots y androides que ayudan a los humanos en su día a día, cumpliendo órdenes hasta que una chispa se activa y buscan ir más allá... "Time of Eve" es una obra no lenta, pero sí atípica: no hay acción, todo se desarrolla con calma, presentando, en cada episodio, a un personaje que forma parte de un todo, un café en el que humanos y androides se reúnen para ser "iguales", clandestinamente y sin que el gobierno lo sepa, gracias a su situación en una zona neutral denominada la "zona gris".

Con una carga crítica bastante diluida, no encontramos en la cinta de Yoshiura ningún tipo de discurso político denso, nada de filosofía barata, sólo un entretenimiento sanísimo con personajes fantásticos y algunas ideas bien desarrolladas. Otras no tanto, y es quizá este apartado donde más flojea una obra que da gusto ver: la animación es espectacular y, sin llegar al preciosismo de Shinkai, tampoco tiene nada que envidiar a las series de Production I.G. o Madhouse. Entre todo un mar de anime clónico, merece la pena.

Studio Rikka lanzó en 2008 una serie de 6 capítulos de 15 minutos a través de internet. Al año siguiente, tras emitirse en su totalidad, la fusión de esos 6 episodios dio lugar a una película de ciencia ficción ambientada en un futuro más o menos cercano donde los androides conviven con los humanos.

Los robots más modernos tienen un aspecto totalmente humano y están dotados de una inteligencia artificial que les permite aprender e incluso sentir. Para no confundirse con un ser humano, sobre sus cabezas "flota" una aureola a modo de corona que deben tener en funcionamiento en todo momento. Además, todo androide debe cumplir 3 leyes:

1. No dañar a ningún ser humano.
2. Obedecer siempre a los humanos, salvo que esto contradiga la primera ley.
3. No autodañarse, salvo que se contradiga alguna de las dos leyes anteriores.

Sin llegar a desobedecer estas leyes, algunos androides comienzan a "humanizarse" llevando de algún modo, vidas paralelas en lugares como "Eve no jikan", una cafetería donde humanos y robots son iguales y no es necesario llevar las aureolas, con lo que distinguirlos es una tarea casi imposible.

Por otro lado, la sociedad se divide en dos grandes grupos: aquellos que odian a los robots (El Comité de ética) y los que disfrutan de ellos (Dorikei). Es bastante interesante el mensaje que pretende transmitir este anime, que se narra a través de los diferentes personajes (androides o no) que frecuentan la cafetería (un par de estudiantes, una pareja de amantes, una niña y su tutor, la dueña del local...). Más información AQUÍ.

La animación 2D es de gran calidad y los decorados 3D le dan al conjuntos un aspecto muy atractivo en lo visual. Como ya he comentado, el argumento presenta elementos que le hacen atractivo, pero en algunos momentos la acción es algo lenta y repetitiva. En cualquier caso, me ha gustado. Sin duda Japón está un pasdo por delante del resto en lo que a cine de animación se refiere.

Por muy manoseado que esté un tema, siempre resulta grato toparse con una vuelta de tuerca que suponga una agradable sorpresa. Así como la excelentísima Steins;Gate lo logra con los viajes en el tiempo, Eve no Jikan aporta frescura al trilladísimo conflicto entre humanos y robots. Este anime presenta un mundo en el que los robots son distinguidos por una aureola, pero ¿qué ocurriría si no pudieran ser identificados como máquinas? Eso mismo ocurre en la tranquila y entrañable cafetería en la que se suceden la mayoría de acontecimientos de la serie, en la citada cafetería los protagonistas asistirán a las emotivas historias de personajes de todo tipo y pelaje, sin poder saber si son humanos o robots, por supuesto, y con más de una sorpresa en el proceso. Si una pega se le puede poner es que no desarrolla correctamente todas sus ideas, algo que tampoco permite su escasa duración. Por lo demás es totalmente recomendable.