El rey de la granja

Nos encontramos ante una joya de la Serie B. Supongo que con todo el cine que hemos visto los usuarios de esta web sabemos que una película en la que Javi Martín y Mar Saura (una chica cuyas fotos ligera de ropa me descubrieron los encantos del sexo opuesto) son los protagonistas no va a dar para mucho.

El argumento es estúpido. No hablo en el sentido adulto, hablo incluso pensando como un niño. Parece que últimamente a todo el público infantil se les toma por gilipollas y se pasa de series como Alfed J. Kwak donde se tratan temas como el nazismo, la tolerancia o la ecología a esto donde un extraterrestre se disfraza de dibujo animado para infiltrarse en nuestro planeta.

Normalmente con estos mimbres esta cinta seria un 1 bastante rotundo, pero hay algo que la salva: la aparición de Karlos Arguiñano. Su actuación no desentona y además es el que brinda los puntos más cómicos de toda la cinta (contuinúa en spoiler).

El Rey de la Granja me sorprendió gratamente para ser una producción española, nos sumerge en un universo único donde la fantasía se entrelaza con la realidad, la combinación de dibujos animados y actores reales, respaldada por la participación del carismático cocinero vasco Karlos Arguiñano, crea una experiencia visualmente cautivadora.

La trama, protagonizada por un valiente extraterrestre en busca de salvar a su pueblo se convierte en una aventura entrañable cuando, por un giro cómico del destino, adopta la apariencia de un pollo de dibujos animados al llegar a la Tierra, este peculiar choque de mundos desencadena situaciones cómicas e inesperadas, especialmente al interactuar con niños en una granja escuela.

A pesar de su originalidad y la imaginación desbordante en la narrativa, resulta lamentable como esta película ha sido tan infravalorada y ninguneada con el tiempo, por lo menos ofrece una trama interesante y bien narrada, mereciendo más reconocimiento del que ha recibido, es desconcertante cómo otras producciones españolas menos innovadoras han sido sobrevaloradas mientras que esta obra maestra permanece injustamente marginada. En comparación con verdaderos bodrios como El Espinazo del Diablo que recibió elogios desproporcionados, El Rey de la Granja destaca por su frescura y originalidad, la trama de esta última es una verdadera fábula moderna mientras que la primera puede ser interpretada como una alegoría simplista de conflictos.

Es una película que merece tener más reconocimiento como una película de culto en el cine español, destacando sobre todo por su creatividad y capacidad para ofrecer una experiencia única, y su nota injusta no refleja la calidad que aporta al panorama cinematográfico español.