Los 12 trabajos

Producción brasileña galardonada con el premio Horizontes Latinos del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Me imagino, que todos los amantes del cine comprometido tienen siempre como referente la ya mítica película brasileña "Ciudad de dios". Pues la creatividad carioca no se queda ahí y queda bien claro con la cinta que os presento a continuación.

El filme nos invita a indagar un poco más en la vida de los atenazados jóvenes brasileños, conociendo la historia de Heracles, interpretado de manera creíble por S. Santiago. Éste, harto de años de la mala vida, tras salir del reformatorio se decide a seguir los pasos de su hermano mayor que trabaja de repartidor en una empresa de mensajería en la gigantesca ciudad de Sao Paolo.

La película narra las 12 entregas que tiene que hacer en su primer día de trabajo, cada una nos muestra una cara diferente de la metrópoli, a la vez que nos da a conocer la personalidad del joven, así como sus preocupaciones y la inquietud que le genera el hecho de repartir las cartas a una variopinta representación de la ciudad carioca, que sin este trabajo seguramente jamás hubiera conocido.

En fin, una película muy recomendable, con una trama sólida y rodada fenomenalmente por Ricardo Elías, joven realizador que nos presenta con ésta su segunda película.

Heracles no tiene familia, o no parece estar muy cerca de ella. Su papá se fue de casa cuando él estaba gestándose, su mamá lo crió, hubo un papá postizo que se largó tras una pelea con él. Mas tarde Heracles anduvo en líos con la policía, terminó internado en un instituto de menores. Ahora quiere enderezar su vida, pero no le va a ser fácil.. sus viejos amigos lo esperan a la vuelta de la esquina. Pero hay un primo solidario que le ofrece una prueba por un día en la agencia de "motoboys" o mensajerías donde trabaja. Si anda bien lo toman. Y ahí va Heracles, serio como perro en bote, montado en su moto y registrando la historia de cada persona que se cruza en su camino. Porque Heracles es un tipo sensible, que se deja llevar por las páginas de un libro abierto abandonado en una mesa, que sabe dibujar retratos o inventar comics copados, y que aprende rápido cómo sortear las pequeñas dificultades que la gran ciudad le impone.

Una película costumbrista sobre la marginalidad retratada desde un costado mas suave, menos crudo que Ciudad de Dios; sobre la sensibilidad, la dura lucha por sobrevivir en nuestra latinoamérica. Un guión dedicado y delicado, correcto aunque sin demasiada fuerza. Un buen grupo de actores, seguramente semiprofesionales. Una banda de sonido discreta, una buena fotografia. Un final triste y no muy contundente. Una película interesante, a medio fraguar.