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Truly, Madly, Deeply

Comedia Nina y Jamie son una pareja muy enamorada. La muerte de Jamie es para Nina un auténtico drama. Así las cosas, el espíritu de Jamie decide intervenir, desde el Más Allá, para buscar a alguien que la consuele, ya que no puede soportar la idea de ver a su amada lamentándose el resto de su vida. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
4 de abril de 2009
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástico y entrañable debut de Anthony Minghella. Bajo mi punto de vista y sin asomo de duda, la mejor película que llegó a rodar. Nada que ver con la desesperante y sobrevalorada El Paciente Inglés, otro gran aliado de Morfeo de los que se recuerdan. Un gran guión, firmado por el propio Minghella, con algún que otro eco evidente de El Fantama Y La Señora Muir, y trufado de secuencias memorables, como las protagonizadas por la pareja protagonista interpretando el The Sun Aint' Gonna Shine Anymore de Scott Walker o una entrañable pandilla de fantasmas cinéfilos volviendo del más allá a por más cine.
Una pequeña joya. Ningún amante del cine romántico bien entendido debería dejarla escapar.
Peter Gabriel 77
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3 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Opera prima interesante. Lástima que Minghella no se haya hecho con la colaboración de un buen guionista (Mankiewickz no estaba disponible) que hubiera pulido el guion, eliminando algunas reiteraciones y sin perder el tono intimista y romántico dinamizarla un poco. Buenas interpretaciones e interesante para ser una ópera prima. Pero el resultado, que pronto se adivina, se hace esperar demasiado.
rocamadur01
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1 de febrero de 2023
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BAFTA al mejor guión original de 1992, "Truly, madly, deeply" es la ópera prima de Anthony Minghella fuera de la televisión.

Es realista, aunque trate sobre fantasmas; es dramática, aunque tenga puntos cómicos, y no es empalagosa, aunque está llena de lágrimas.

El amor y la pérdida duelen de formas diferentes. No es la muerte lo que hace sufrir sino la aceptación del adiós. Asumir que la persona amada ha muerto es una cosa; dejar que se vaya definitivamente es otra muy diferente.

Nina (majestuosa Juliet Stevenson) está tan paralizada por el dolor tras la muerte de su amado Jamie (Alan Rickman) que es incapaz de ver que la vida sigue, a pesar de todo el apoyo que recibe de su entorno.

A través de las memorables interpretaciones de Stevenson y Rickman vemos esos pequeños detalles que hacen posible las historias de amor y también aquellos que terminan por complicarlas.

A través de ellos aceptamos también que el camino que tenemos que recorrer no siempre es como lo habíamos previsto.

La canción 'The Sun Ain't Gonna Shine (Anymore)', escrita en 1965, popularizada por The Walker Brothers y varias veces versionada, tendrá para siempre una grabación inolvidable gracias a Nina y Jamie, que la cantan al piano y al violonchelo con toda su alma y cuya magia traspasa la pantalla hasta que el timbre de la puerta nos saca de la ensoñación y nos recuerda que esto es solo una película.
Nashville
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