Han pasado diez años desde que Al Pacino interpreto a ese narco cubano en “Scarface” y la cita con el destino, el reencuentro con Brian De Palma parecía inminente. Ahora Pacino es un ex convicto portorriqueño, se siente a gusto en este tipo de papeles. Carlito se codea con los reyes del bajo mundo, en especial con un tal Benny Blanco que esta subiendo como la espuma en el Bronx y a quien tendrá que enfrentar. Pero la verdadera reina de la ciudad es “doña blanca” la cocaína, por la cual Kleinfed fondea (Sean Penn) abogado corrupto nominado al Oscar.
Regresando a Pacino se le ve en una actuación mas madura y nos revela al actor psicótico ideal para un gánster latino allá por los 70´s y nos convence de que una vez que eres candidato a capo de capos, difícilmente… es más, casi imposible que salgas de ese inframundo y el paraíso que sueñas se queda solo en una lejana quimera.