El bueno, el malo y el raro

Inspirada en el bueno, el feo y el malo, toma la idea principal desarrollando la trama de otra manera. Aparte de que los tres van a por el tesoro y hay un duelo final a tres bandas, todo parecido con la anterior es pura coincidencia.

La película cuenta con buenas interpretaciones (especialmente Song Kang-ho como el raro, que es impagable), grandes efectos especiales y un buen guión. Las escenas de acción son espectaculares y entretenidas, como debe ser, y la película en general está bien dirigida tanto a nivel técnico como de actores.

La banda sonora me tiene partido en dos, ya que hay partes de la película en que me parece todo un acierto y otras en las que en vez de ayudarte a meterte en ambiente te saca.

¿Pegas? La duración. Se me ha hecho un poco larga. De todos modos no es un gran lastre, aunque con 15 o 20 minutos menos hubiera sido aún mejor.

368/25(30/12/11) Divertidísimo, sorprendente y espectacular homenaje de Kim Ji-Won al western, al spagueti y más concretamente a la mítica ‘El Bueno, El Feo y El Malo’ de Sergio Leone. Es el proyecto más ambicioso del cine coreano donde sus 18 millones de dólares brillan de modo espléndido, las escenas de acción son magníficas, rebosantes de agilidad, dinamismo y gamberrismo. La historia tiene como escenario el exótico y convulso territorio de la Manchuria en China durante la década de 1930, un lugar gobernado por la anarquía, que se lo disputaban el Imperio de Japón y rebeldes chinos, en un territorio sin ley por donde polulan , forajidos, cazarecompensas, soldados de fortuna, y demás jauría que suelen malvivir en lugares fronterizos, allí los tres protagonistas, las más grandes del cine coreano, se disputan un mapa de un tesoro, uno es un ladronzuelo, Yoon Tae-goo (gran Kang-ho Shong), otro es el líder de una banda de forajidos, Park Chang-yi (buen Byung-hun Lee) y el tercero es un cazarecompensas, Park Do-won,(buen Jung Woo-sung), los tres lucharan por tenerlo, y tras ellos andan los rebeldes chinos y los Imperialistas nipones, siendo la cinta una constante huída hacia adelante, una especie de gran episodio de la serie de animación ‘Autos Locos’. El argumento es una excusa nimia, un mero hilo conductor para la exposición de un deleite visual magnífico que te atrapa desde su inicio, con una puesta en escena que sabe a la vez dar un cálido homenaje en su feísmo y suciedad al spagueti, y a la vez dar el realizador un toque personal de originalidad, con una estética potente, unas escenas de acción muy bien rodadas, rebosantes de dinamismo y rezuman un halo de aventura delicioso, desde su excelente comienzo en el tren, la trifulca en el mercado, o la soberbia secuencia de la persecución multitudinaria a Yoon por el desierto, rodada con una perfección impresionante, las coreografías en toda la obra son admirables, pero en esta mencionada es antológica, el modo en que se mueven todos hacia un lado o hacia otro, como el cazarecompensas se lanza con su caballo hacia los japos, disparando con su wínchester es homérica, y es que el relato fílmico es de un ritmo trepidante sus más de dos horas pasan sin que te des cuenta pues no para de sorprenderte, su increscendo adrenalitico te atrapa, hasta derivar en el duelo final donde el tributo a ‘El Bueno, …’ se hace patente.

Yo se que habrá gente aficionada al western clásico que en un principio no estará muy convencida con esta película pues el cambio puede ser chocante pero si te pones a verla y dejas que las cosas sigan su curso te puedes encontrar con una película entretenida.

Hay muy buenas escenas de acción y la banda sonora cumple, a mi desde luego no se me hicieron pesadas las dos horas y pico que dura, es mas, cuando acabó la película pensé que ojala todos los remakes tuvieran como mínimo la calidad que tiene este.

La idea principal es la misma que la de la original pero enfocando la historia en Corea en una época en la que el país estaba invadido por el ejercito Japonés y en medio de ese panorama aparece un mapa del tesoro, la base es esa y a raíz de ahí tiroteos y escenas trepidantes de acción donde todos quieren hacerse con ese tesoro, por cierto, al final hay dos o tres sorpresillas que uno no se espera pues tiene en mente la película original.

"Remake" surcoreano de "El bueno, el feo y el malo" (Il buono, il brutto, il cattivo, 1966), de Sergio Leone, este film traslada la acción a la Manchuria dominada por los japoneses. Se une así, de nuevo, la búsqueda de un tesoro con una situación bélica, como en el largometraje de Leone. Me ha gustado, aunque desde luego está por debajo de su modelo italiano. En el fondo, es una ensoñación cinéfila, pues las caracterizaciones del "bueno" y del "malo" tienen mucho más que ver con el Oeste americano que con el Extremo Oriente de la época que describe la historia. Es también un film muy dinámico, con vertiginosos movimientos de cámara y con estupendas escenas de acción y una espectacular persecución en el desierto.

El Bueno, el Malo y el Raro es una película interesante que se queda en interesante. Es ese jugador que va para estrella y acaba yéndose a la liga China a mitad de su carrera. Es esa superproducción que promete momentos inolvidables pero que acaba siendo casi la película más de relleno de la filmografía del director.

No, no es una mala película. Es una película bastante entretenida, bien hecha y con unos Song Kang-Ho y Lee Byung-Hun sobresalientes, pero también es una eterna promesa que no acaba de despegar, y tiene más de dos horas para hacerlo porque, a pesar de su buen ritmo, se hace bastante larga incluso para una producción coreana. No hay gran evolución en una película que prácticamente se encuentra en el mismo sitio en su comienzo y en su final.

Kim Jee woon se mueve en la comedia de acción y nos presenta un western modernizado con secuencias de acción dignas de ser alabadas. Difícil de olvidar el principio con la secuencia del tren. Si se hubiera mantenido semejante nivel estaríamos hablando de una película casi imprescindible. Toda la parte intermedia se acerca más a la comedia con un Song Kang-Ho muy protagonista en un papel hecho por y para él. Cuando el actor coreano se mueve en estos papeles y no en otros tan aburridos como su personaje de Antarctic Journal merece la pena ver la película solo por sus dotes interpretativas. Todo se precipita en una carrera por el desierto que bien podría haber salido de la cabeza de George Miller, con multitud de facciones intentado llegar con antelación a un mismo lugar mientras tienen que ocuparse de sus rivales de la manera más violenta posible. Como presenciar un capítulo de los Autos Locos en medio de un western.

El Bueno, el Malo y el Raro es una buena película a pesar de mis quejas. Tampoco es que me sienta muy cómodo en el género, pero no parece que sea una película ideal para aquellos que sí lo hacen. Kim Jee-woon apuesta más casi por la parodia que por el homenaje en ocasiones.