Pues ello, comedia muy histriónica y surrealista. Cierto que comienza con mucha pegada, algo se desinfla al final. Es como una escopeta nacional elevada a la enésima potencia. Los dos cómicos sevillanos tienen momentazos, te partes la caja; destaco ese psicodélico momento cuando se toman la pócima del arriero facha. Cierto que hay muchos tópicos y chiste de risa fácil, pero ese surrealismo, humor 100% andaluz claro está y el disparate, tiene su gracia y su arte para echarse unas buenas risas. Y esos críticos, les digo que son unos desaboríos, que no tienen duende ni ná, menos arte que las maracas de un general y que ni son compadres ni ná, ¡hala! Vaya mala follá...