Película simple que casi no aporta nada al género y que transcurre 90 minutos por los caminos de la mediocridad. Gira en torno a una familia que decide ir de vacaciones a un alejado paraje de Gales en donde una casa los espera para comenzar a atraparlos poco a poco. Esta familia esta compuesta por una pareja, con poca química les diría, en donde Kevin Bacon es un banquero que lo tortura un hecho del pasado, Amanda Seyfried su esposa que aporta poco y la niña que casi es la que mejor se desenvuelve. Así con pocos sustos y con una trama que por más que se intenta complicar uno de antemano ya sospecha lo que se viene y lo que es peor como va a terminar.