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Voto de Isaac Ibáñez:
10
7,9
188 419
Acción. Aventuras. Drama
En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2011
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto mismo compartía mi amante del cine tío en una discusión cinéfila que manteníamos el pasado mes, acerca de algunas características de este film. Me basaré en ella para ser compasivo o no con el renacimiento del Peplum.
-Mi tío (no diré nombres por respeto a su criterio sobre esta película) centra su mala crítica por la excesiva duración y el aburrimiento provocado debido a la lentitud de la película. Comprendo que en algunos momentos parezcan de nula diversión, pero la película trata de las aventuras de un general romano de origen hispano que es desterrado y que se redime convirtiéndose en un famoso gladiador circenses desde sus primeras luchas clandestinas, y culminar su venganza contra su "hermano" Cómodo. Con un guión tan simple se pueden hacer maravillas, le expliqué: es una película de aventuras; entretenimiento no le falta.
-Mi tío (no diré nombres por respeto a su criterio sobre esta película) centra su mala crítica por la excesiva duración y el aburrimiento provocado debido a la lentitud de la película. Comprendo que en algunos momentos parezcan de nula diversión, pero la película trata de las aventuras de un general romano de origen hispano que es desterrado y que se redime convirtiéndose en un famoso gladiador circenses desde sus primeras luchas clandestinas, y culminar su venganza contra su "hermano" Cómodo. Con un guión tan simple se pueden hacer maravillas, le expliqué: es una película de aventuras; entretenimiento no le falta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
-Mi tío hablaba de la decadencia de Ridley Scott. Es normal que después de obras como "Alien", "Blade Runner" o "Thelma & Louise" haya que decaer. No puedo estar más desacuerdo.
-Se centraba también en las interpretaciones. No gesticulaba expresión alguna al imitar a Russell Crowe ordenándole llorar, rabiar o sonreír. Solo puedo estar a favor de esa opinión. Ni comparación con el Óscar que mereció el antagonista Joaquin Phoenix (discutimos también sobre la polémica del asunto de que no aceptaran al joven actor en Hollywood), que destaca en momentazos como la mirada de odio cuando su mano es rechazada, cuando suelta su discurso filial ante su paternidad, cuando discute consigo mismo sus conflictos internos acerca de contentar a la plebe, cuando grita su "i am not merciful", cuando habla con un odio extremo y cobardía a partes iguales a un Máximo encadenado y le sonríe maliciosamente al apuñalarle, mientras cae desangrado con el cuello atravesado por su propia cuchilla. Un trabajo excepcional. ¿Momentos de Crowe? Cuando esboza una ligera sonrisa y se supone que se ríe de la ironía de la situación. Aclamábamos también las actuaciones de Richard Harris, de un sabio Marco Aurelio o la de Oliver Reed; pues le comenté que su rostro se había digitalizado mediante magníficos efectos visuales debido a su muerte en medio del rodaje.
-Acabábamos nuestra discusión con la banda sonora. Seguíamos estando en desacuerdo, y de qué manera. La calificaba de buena. Le comenté que el compositor se llamaba Hans Zimmer y era responsable de obras como El rey león, el último samurái, la delgada línea roja, la roca, origen... Seguía manteniendo su postura. Yo no paraba de alabarla, con increíbles temas como "The Battle", que explora la confusión y clandestinidad de una cruenta batalla; "Patricide" la conversación paterno-filial de Marco Aurelio y Cómodo acompañada de unos maravillosos violines y una guinda con cuerdas melancólicas y fuertes; el final colosal de "The might of rome"; la pelea circense de "Barbarian Horde" con una tremenda revelación orquestal y argumental con los temas de Máximo en su máximo apogeo; la famosa canción que pasa a la historia del cine de nombre "Now we are free", la preciosa melancolía y descanso de la batalla en "Earth", y la pista que da nombre a mi crítica, "I am not merciful".
-Aunque sigue sin querer comprender que las líricas son cantadas por Lisa Gerrard, no por Enya.
-Se centraba también en las interpretaciones. No gesticulaba expresión alguna al imitar a Russell Crowe ordenándole llorar, rabiar o sonreír. Solo puedo estar a favor de esa opinión. Ni comparación con el Óscar que mereció el antagonista Joaquin Phoenix (discutimos también sobre la polémica del asunto de que no aceptaran al joven actor en Hollywood), que destaca en momentazos como la mirada de odio cuando su mano es rechazada, cuando suelta su discurso filial ante su paternidad, cuando discute consigo mismo sus conflictos internos acerca de contentar a la plebe, cuando grita su "i am not merciful", cuando habla con un odio extremo y cobardía a partes iguales a un Máximo encadenado y le sonríe maliciosamente al apuñalarle, mientras cae desangrado con el cuello atravesado por su propia cuchilla. Un trabajo excepcional. ¿Momentos de Crowe? Cuando esboza una ligera sonrisa y se supone que se ríe de la ironía de la situación. Aclamábamos también las actuaciones de Richard Harris, de un sabio Marco Aurelio o la de Oliver Reed; pues le comenté que su rostro se había digitalizado mediante magníficos efectos visuales debido a su muerte en medio del rodaje.
-Acabábamos nuestra discusión con la banda sonora. Seguíamos estando en desacuerdo, y de qué manera. La calificaba de buena. Le comenté que el compositor se llamaba Hans Zimmer y era responsable de obras como El rey león, el último samurái, la delgada línea roja, la roca, origen... Seguía manteniendo su postura. Yo no paraba de alabarla, con increíbles temas como "The Battle", que explora la confusión y clandestinidad de una cruenta batalla; "Patricide" la conversación paterno-filial de Marco Aurelio y Cómodo acompañada de unos maravillosos violines y una guinda con cuerdas melancólicas y fuertes; el final colosal de "The might of rome"; la pelea circense de "Barbarian Horde" con una tremenda revelación orquestal y argumental con los temas de Máximo en su máximo apogeo; la famosa canción que pasa a la historia del cine de nombre "Now we are free", la preciosa melancolía y descanso de la batalla en "Earth", y la pista que da nombre a mi crítica, "I am not merciful".
-Aunque sigue sin querer comprender que las líricas son cantadas por Lisa Gerrard, no por Enya.