A poco de ir conociendo las personalidades (malditas, egoístas, graciosas, perdedoras o ganadoras, etc.) de los cuatro personajes principales, y algunos secundarios, el espectador queda atrapado. Es graciosa, irreverente a veces, realista otras, pero siempre se mira con risas o sonrisas.
En versión más naif, la serie Friends, con un marco absolutamente diferente, creo que es la única que compite con Seinfeld como la mejor de todos los tiempos.