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Voto de Vivoleyendo:
8
Western Un capitán del ejército de los Estados Unidos se hace pasar por comerciante y va a México para averiguar quién le vendió rifles a los apaches que asesinaron a su hermano. Entre los sospechosos se encuentran un arrogante hacendado, su despiadado hijo y el capataz de su rancho. (FILMAFFINITY)
28 de junio de 2009
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cuáles son los requisitos tácitos de todo western que se precie? ¿Qué hacían ciertos directores para inmortalizarlos?
Aunque Anthony Mann por el momento no me ha encandilado, he de reconocer que consigue ese aire a película del Oeste que sabe a auténtico polvo del desierto, a rocas gastadas por las inclemencias, a horizontes lejanos ante los que nada se interpone en unos territorios vastos y salvajes. Que sabe a hombres curtidos y que casi han nacido con sus armas, sus cartucheras, sus cinturones de balas, sus zahones y sus caballos. Y también sabe a peligro que se olfatea en el viento, a odio, a agravios, a cuestiones de honor y venganza en las que no hay bandos de buenos y malos, de vaqueros contra indios y viceversa, sino cosas mucho más complejas y sutiles.
Y que sabe a codicia.
La codicia desmesurada no suele andarse con muchos reparos. Y siempre hay quienes saben sacar grandes tajadas.
En la áspera región donde se asienta la población de Coronado, hay quien está obteniendo un lucrativo beneficio aprovechándose de las circunstancias: del rencor de los indios apaches. Un anónimo desaprensivo les vende cargamentos de rifles.
Ese peligroso comercio clandestino se cobra muchas víctimas, entre ellas el joven hermano de un capitán del ejército.
Will Lockhart, el capitán abatido por el dolor y empujado por el deseo de venganza, abandona el fuerte de Laramie en el que se encuentra su regimiento y comienza la paciente búsqueda del traficante de armas.
Su rastreo le llevará a Coronado y a los conflictos que sacuden el lugar. El poderoso Alec Waggoman es dueño de casi toda la región y gobierna con mano firme, y su malcriado y déspota hijo y heredero Dave representa un grave problema. Para tratar de sujetarlo y atemperarlo, su padre Alec lo mantiene bajo la vigilancia y la tutela del capataz, Vic Hansbro, a quien aprecia casi como a un hijo.
Fuertes conflictos de poder, de intereses y de ambiciones se van desgranando mientras Lockhart, armado de todo su valor y de su dignidad, continúa su rastreo obstinado que le conduzca hacia quien propició la muerte de su ser más querido.
Un western sobre la carencia de escrúpulos, pero también sobre la justicia que no se basa sólo en las armas de fuego.
La que hace que las personas que tienen algo de corazón sepan respetar la vida y la integridad ajena, y se rijan por ese código personal que impide apretar un gatillo a menos que sea por defensa propia.
Vivoleyendo
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