Más corazón que odio

Sin duda, no voy a entrar a desmerecer la capacidad como cineasta que tenía el famoso director culpable de esta película. Sus prioridades son bien claras, y de esta manera nos lo hace ver en cada uno de sus trabajos. Es difícil obtener puntos débiles en su tarea como director.

Aunque 'Centauros del Desierto' bajo mi punto de vista no llega a ser un film redondo ni mucho menos. Por supuesto que muchos minutos de la cinta rebosan interés, como para no; John Wayne, el lejano Oeste, Indios, Venganza, Romanticismo y muchos elementos más se dan de la mano en este western imperfecto.

Como historia no hay nada a lo que achacarle. Nos puede gustar más, nos puede gustar menos. Más que nada porque el actor protagonista ya se encarga de trasladarnos a su aventura de forma soberbia. El papel que realiza John Wayne en esta película es para enmarcar. Uno de sus mejores papeles. Una interpretación de un hombre solitario, que llega de la guerra tras varios años combatiendo al lado del ejército y necesita descanso, mucho descanso. Algo que no encontrará, ya que se verá dispuesto a arriesgarlo todo por su familia, gracias al inesperado ataque de los Indios en el hogar donde viven. Como he dicho, Wayne destaca entre todo el reparto por la personalidad como casi siempre que dota al personaje, y por supuesto, madurez y valentía. Los demás actores están sencillamente correctos. El único que se acerca a John Wayne, es Ward Bond, el cual ya había compartido muchas horas de pantalla con él.

Cuando decía que este largometraje es imperfecto, es por las ideas que dicho celuloide no llega a transmitir. Por ejemplo, tenemos al personaje del protagonista, el cual es un hervidero de sentimientos. Sin embargo, muchas de sus acciones son sorprendentes. Quizás John Ford debió darle algo más de potencial y profundidad en el sentido de acercar al espectador. Otro de los puntos débiles de la película es la narración, cuyo por momentos es impecable; la carta escrita por el personaje de Jeffrey Hunter a su amada es un ejemplo de ello. Pero por otro lado tenemos la situación de la historia, el tiempo. Pasan años y años en el recorrido del viaje que hacen nuestros protagonistas, y no se percibe el hecho como tal. Mencionaba la aparición de los Indios. Bueno pues en este caso como estamos acostumbrados en muchos otros films, los Indios no suponen lo que es una gran amenaza para sus enemigos. Solo erradica el miedo y el terror al comienzo de la cinta.

En el apartado técnico, una música preciosa rodea los escenarios, los cuales Ford como ya acostumbra a hacer, nos deleita con imágenes que cautivan nuestros sentidos. Por lo demás, queda un trabajo notable cerca del sobresaliente. como ya demostró en otras películas anteriores a las que les falta ese punto definitivo para satisfacer del todo. Otros la enmarcan como una "Gran Obra Maestra". Yo no lo considero así.

*8'5*.

Lo mejor del género del Oeste y una de las más brillantes piezas de la extensa y recordada carrera cinematográfica de ese grande de Hollywood que fue John Wayne. La película tiene todos los condimentos que un buen clásico del Oeste suele poseer: indios malvados, indios buenos, colonos buenos, colonos malos, etc.

y cuantos más matábamos mejor nos lo pasábamos.

Ésta es sin duda una de las mejores películas de la historia del cine, y además cuenta el actor que más gesticula, después de Jim Carrey.

Si no le doy el 10 es por el plano final, que no me gusta, no llego a meterme en él. Es en plan: Oh dios mío, soy John Ford y tengo que marcarme aquí un pedazo de plano de una estaca de madera caminando hacia su propia soledad porque soy muy bueno y molo.

Pero no, hombre, no puedes hacer eso, Ford. Tío, eres alguien que se hace pasar por tuerto, y lo de que el prota es un solitario que cabalga muy lejos y un aventurero ya nos dimos cuenta. No puedes acabar la peli con él caminando cuando puedes hacerlo con otra matanza de indios descomunal. Total, unos más, unos menos... Los indios eran muy malos.

Ah, y falta John Wayne con un arco disparando flechas, sería un cachondeo más grande todavía.