El pistolero (Fiebre de sangre)

Hay películas que tienen que funcionar sí o sí y, sin embargo, no funcionan. Y esta, al parecer, no funcionó en taquilla. Peo lo tenía todo: director excelente, historia de André De Toth, música de Alfred Newman, un gran estudio (20th Century Fox), un gran productor (Nunnally Johnson) y, sin embargo, no funcionó en taquilla. Dicen que la maldición del bigote de Gregory Peck fue la causa del fracaso en taquilla. Todas las películas en que Peck tenía bigote no funcionaron.
Acompañan a Peck Millard Mitchell como sheriff, Helen Westcott, Jean Parker y el secundario de lujo que es Karl Malden.
Me ha parecido una película interesante, bien rodada, con la estética característica del buen Westhern es capaz de rodear una historia de derrota, amargura y rencor. Un buen blanco y negro, un buen sonido y una buena producción. Me ha gustado.
Me ha llamado mucho la atención el nombre del pueblo: Cayenne. No sé si es un nombre real o inventado. Y tampoco sé si el nombre del coche de la marca Porsche responde al nombre del pueblo de esta película. Puede ser.

O ante el peligro, porque en el Oeste para un pistolero lo es la fama que lo precede.
Un hombre cabalga sobre las dunas del desierto. Al llegar al pueblo ata bien su caballo delante de la cantina. Por una vez nos encontramos con un hombre cuidadoso que no suelta las riendas de cualquier manera. Una copa y se extiende el rumor: "¡Es Jimmy Ringo!" (Peck).
Al instante, el idiota de turno quiere ganar fama de matón y se encuentra una bala mientras desenfunda. "Salga de la ciudad. Tiene tres hermanos que no preguntarán quién sacó primero". Y, efectivamente, sin preguntar nada salen en su persecución y tiene que desarmarlos y dejarlos en medio del camino sin caballos.
Pero la cosa no va de venganzas.
Mientras tanto Jimmy llega a Cayenne donde tiene cosas más importantes que hacer. Por ejemplo dejar atrás la vida de pistolero, empezar de nuevo. No va a ser fácil. Ya lo dice el refranero: "Cría fama ..."
Western psicológico de alta factura. Una buena historia, un drama contado con sobriedad, sin muchas palabras pero con buenos diálogos, tampoco muchos tiros. Los justos, pero precisos.
Personajes perfectamente dibujados. Además de Jimmy hay que destacar la reciedumbre de un viejo colega de bandolerías ahora sheriff, Mark Strett (Mitchell), o al repeinado tabernero Mac (Malden). Lo mismo que algún que otro "Charlatán, bravucón de boquilla".
Muy bien la coralidad que aporta el grupo de mujeres honorables y el de los niños hechizados por la presencia del famoso pistolero. Excelentes las escenas de bromas con las primeras y de dramáticas inclinaciones violentas en los segundos.
Mas floja la parte sentimental con una Peggy (Westcott), maestra y madre un tanto boba.
Y los relojes marcando inexorables las dos horas de plazo que tiene para salir Jimmy de la ciudad. Como dos años después le ocurrirá al sheriff Fonda.
El tempo metido en una esfera, imparable, inexorable.
Magnífica la fotografía y la música. Soberbio Peck en uno de sus papeles más logrados.
Una gran película que no debe perderse el buen aficionado al western ... o al cine.

Una pequeña obra maestra de King. Peck interpreta un papel estrella como Ringo, el pistolero héroe que se hace viejo. Va a visitar a su mujer y a su pequeño hijo, a los que hace años que no ve, con la intención de conseguir por fin formar una familia normal, pero entonces se presenta el fanático Homeier, un chavalín en busca de fama que intenta demostrar que es más rápido que él, y entonces todo vuelve a empezar.

Uno de los mejores westerns jamás hechos, dominado por un Peck magistral.

Difícil escribir algo más después de análisis tan interesantes como el de Tom Regan por mencionar solo uno de los que me convencieron.

Pero la pregunta que aparece a continuación es ¿por qué si tiene tantos atributos la película, no escaló una mayor audiencia ni un mayor número de críticas? Presento mi opinión, pero en el spoiler, pues tengo que develar datos cruciales.

Es triste que todos los westerns que hizo Gregory Peck, no sean tan populares y "El pistolero" es uno de ellos. Tenemos un western muy particular en donde la popularidad de un pistolero (al parecer, exagerada por la gente) se vuelve su peor castigo. La actuación de Gregory Peck es increíble en donde todo el film se nota cansado, triste e incluso con miedo de vivir siempre con gente que lo reta a duelos, con gente que lo acusa injustamente por delitos que no cometió. La película tiene un ambiente oscuro, como si algo terrible fuera a suceder. Es un western increíble, con grandes actuaciones y una gran reflexión y es una lastima que pocas personas conozcan esta película.