Vasil

2022 está siendo vendido en la prensa y la crítica autocomplaciente como el gran año del cine español a pesar de que las cifra finales de taquilla dejan el triste panorama de que el 60 por ciento del total es para dos películas, Padre 3 y Tadeo 3, un 30 por ciento para otros cuatro títulos y el resto, muchas, demasiadas, se conforman con el reparto del 10 por ciento restante. Esta notable película está entre ese 10%. Y, seguramente, se merecía un mejor pasar por las salas.
La historia es entrañable y te saca sonrisas y algunas lágrimas emocionadas gracias al inconmensurable talento de un Karra Elejalde que nunca defrauda y con un Ivan Barnez que pone sentimiento en la elaboración de su personaje. Una buena dirección y unas calidades técnicas que llevan a pensar en un buen recorrido por festivales y un mal resultado en taquilla porqué el público al que va dirigido hace cuatro años que cayó en las garras de las plataformas.
Una buena película que no es poco.

*Una película "muy nuestra"

Es difícil definirlo con palabras, pero Vasil es una película española hasta el tuétano, siendo esto una definición y no una crítica o un elogio. Algunos, al ver que la película se adscribe al género de comedia, van a ponerse en modo alerta, pero no me malinterpreten, la película de Avelina Prat es todo lo contrario de esas comedias chillonas que siempre vienen con promociones de grandes cadenas televisivas detrás.

La película es una obra intimista, donde se cuenta mucho más en los silencios que en los diálogos. Y esto no es un tópico. Vasil se sirve de esa inconexión lingüística que ofrece el propio argumento del filme para construir los andamios de toda la estructura. Para Vasil es crucial el uso de una banda sonora (una fenomenal composición creada mediante una pequeña orquesta) que sirve para dotar al filme ese tono tan límite a lo surreal (no en vano la música juega con la atonalidad durante mucho rato) a ello se le añade una última frase con la que siempre se cierran las escenas, una "firma" muy particular y que sirve para entrelazar las secuencias de manera coherente.

*Buena pareja de Bridge

Uno de los temas más interesantes que se exponen en Vasil y de la que pocos críticos se han hecho eco es de la ignorancia general del ser humano ante gran cantidad de temas y cómo afronta estos desde diferentes perspectivas. ¿Qué sabemos nosotros de Bulgaria? ¿Cómo reaccionarías si tuviéramos una situación parecida a la que afronta el personaje de Karra Elejalde? Es cierto que en este sentido la película afronta su perspectiva desde una evidente torre de marfil (no hay personajes en la película que no tengan como mínimo una doble titulación ni tampoco nos encontramos con personajes que sean de un rango cultural diverso), en la que nunca queda claro el porqué de esta elección.

*Una esmerada dirección

Se nota que la dirección de Avelina Prat es primeriza, en el sentido de que ha intentado esmerarse en cada fotograma para presentar sus credenciales al mundo del cine. Esto tiene sus pluses y sus contras. A favor tenemos algunas secuencias realmente brillantes, que sin ser excesivas (como nunca lo es tono de la película) demuestran que detrás se ha pensado muy bien cómo enfocar cada fotograma. Sin embargo, a medida que transcurre Vasil puede uno sentirse agotado por esa "artificialidad", que hace sentir a la película poco ligera.

*Conclusión

Vasil no es la mejor película española del año, pero tampoco le hace falta para colarse en esa lista de película que con muy poco son capaces de conseguir más de lo que parece. Una película con una personalidad muy peculiar, que consigue destacar con facilidad entre tantas propuestas idénticas tanto en cines como en Streaming.

Escrito por Guillermo Sánchez Ferrer

Una excelente película, con un nudo llevado adelante de manera muy fina y sutil, aunque se desmorona en su desenlace y termina planteando más dudas que certezas.
Un elenco de primera línea con Karra Elejalde y Alexandra Jiménez girando al rededor de Iván Barnev quien hace una perfecta interpretación de su papel.
Una puesta en escena que está como todo en la película, tratado muy delicadamente, solo me queda la sensación de que, Avelina Prat a la hora del desenlace, le deja la carga al espectador.-

Los europeos del este también son humanos! Vasil es "el otro" desde los peores estereotipos: la de los salvajes que emigran a la "civilización" para traer problemas. Cálida y muy humana película sobre la tolerancia cultural y la amistad sin cálculos de por medio. La disfrutamos.

Vasil es también el venezolano expatriado. El refugiado amable y bueno que busca segundas oportunidades y que enfrenta la hospitalidad o el rechazo de su nuevo país de acogida.

Interesante propuesta que cuenta la convivencia entre un inmigrante búlgaro y un arquitecto jubilado que acoge temporalmente al primero en su casa. Avelina Prat habla de la amistad, la complicidad, la ruptura de prejuicios y de las barreras. Sencilla y muy simple en la puesta en escena. Logra lo que busca sin complicarse arrojando un resultado bastante positivo para ir cogiendo tablas en el difícil arte de dirigir películas.