Vías cruzadas

Vías cruzadas es una película curiosa.
Curiosa porque Thomas McCarthy, de un tema serio como la discriminación de los que sufren enanismo, hace una película bastante más divertida y amable de lo que parecía en un primer momento. Curiosa porque, hablando como habla de uno de los peores males que pueden sufrir las personas, la soledad (tema casi único de la cinta), acaba por exponer que incluso el aislamiento se lleva mejor acompañado. Curiosa y admirable porque, con sólo tres personajes principales y dos algo más secundarios, arma un retrato de seres humanos tan real y creíble como la vida misma, de modo que n oes difícil encontrar en nuestro entorno gente parecida a ellos. Curiosa, porque es una de esas películas a las que es imposible sacarles más defectos que el único que tiene, y que es común a casi todo el cine independiente. Y ese defecto es que, por dejar todo al trabajo de sus excelsos actores, McCarthy pone poco empeño en explicar cosas con su guión, y por tanto, falla a la hora de establecer una conexión emocional con el espectador tan profunda como para darle al film el sobresaliente que sin duda merecería.
Pero como digo, ahí están los intérpretes antes mencionados para suplir esa pequeña carencia. Peter Dinklage, el alma de la película, logra no sólo estar magistral, sino lo más difícil: que nadie acabe fijándose en que su personaje y él mismo son enanos, tal y como quería McCarthy. Al final, su Finbar acaba siendo simplemente una persona hastiada del mundo que acaba encontrando buena compañía en su búsqueda de la soledad. Patricia Clarckson, en el personaje más dramático de todos, brilla con luz propia, haciéndonos preguntarnos por qué demonios no trabaja mucho más que otras que lo merecen menos. Bobby Cannavale desprende energía, carisma y simpatía por sus cuatro estupendos costados, aunque se hubiese agradecido algo más de profundización en la parte dramática de su personaje, que la tiene. Y acompañándolos a todos, Michelle Williams, ya demostrando un par de años antes de Brokeback Mountain que tiene mucho, muchísimo que ofrecer.
En definitiva, una película muy digna de verse y excelente para sacar conclusiones sobre algunas cosas importantes de la vida.

Lo mejor: Los cuatro protagonistas.
Lo peor: Que no vaya hasta el límite. Podría haber sido una obra maestra.

Demostración palpable de que una gran película no requiere de un gran presupuesto, grandes efectos especiales, y grandes emociones, crimenes, desastres naturales, etc, etc.
Vias cruzadas aparece como una sencilla puesta en escena de problemas cotidianos y ahí radica la dificultad de conseguir mantener no solo la antención del espectador, sino también el interés. Cuando termina quisieras más.

Fue una época desierta de amor por un hombre. Fue época de amor por mis amigos. Un sentimiento sincero y único. Cada uno de un país. Todos en Madrid, la ciudad que nos hizo crecer y que nos hizo sentir. Vageábamos de un lugar al otro, no hubo ningún plan dentro de nuestras vidas organizadas con trabajo y objetivos, pero en esa época no, en esa época lo único que nos movía fue el estar juntos. Así nos dejamos caer D., F. y yo en un cine de Gran Vía. Station Agent. Qué será?... La película nos conmovió. Estuvimos boquiabiertos después de verla. Fue un guiño de la vida para nosotros. Nunca en mi vida olvidaré esa época y la película será para siempre mi favorita. Me emociona pensar en ella, muchas veces me acuerdo de las escenas, y sólo la vi una vez. La recomiendo a todos vosotros. Ahora el director ha estrenado nueva película. Iré a verla sin falta. Saludos a todos los cinéfilos!!!!!!!

Se mueve por terrenos pantanosos, y no porque su trama sea oscura o ambigua. El guión es firme y de un solo trazo, sabe hacia dónde se dirige, pero los "amigos" que el protagonista hace, en su nueva vida, están construidos por la necesidad, y sus comportamientos no corresponden a lo que de ellos podría esperarse.

Buenos dialogos, interpretaciones muy brillantes, sensible y sincera... y si aceptamos el resto de premisas, podremos disfrutar de un entretenimiento clásico y bien estructurado.

Un 7

Un aporte notable basado en la simpleza de una historia que conmueve y a la vez inquieta. Personajes atormentados que parecen sobrevivientes.
La mirada del mundo sobre Finbar McBride no deja de ser la mirada del espectador, quizás de cada uno de nosotros. Algunos compadecen, otros toman fotografías, todos le ayudan a construir su muro (citando a Roger Waters).
Sin embargo, la virtud de la película es la sutileza con la que se aborda el tema. No hay una búsqueda del llanto fácil ni tampoco de colocar al protagonista fácilmente en el lugar de una víctima. No se idealiza y a veces parece que su indiferencia también es parte del problema.
Los personajes centrales cumplen muy bien su rol, y la historia también.
Película muy recomendable y que asegura un buen tema de reflexión para las mentes despiertas.