Mi primer amor

Película contada a modo de doble punto de vista de una misma situación con interpretaciones opuestas por los protagonistas, la cual se va narrando desde la tierna infancia hasta su adolescencia de un niño y una niña. Y que además junto con el prejuicio es el tema central del film. Me pareció una historia sencilla y sobria bien llevada, que transpira romanticismo a flor de piel y a muchos seguro que emocionarán tanto como a mí, y es que a veces para hacer una buena película no tiene por qué ir necesariamente de la mano de un exuberante presupuesto.

Para Bryce Loski, un enano de apenas 7 años, su vida se convierte en un campo de minas desde el mismo día en que conoce a su vecina, Julie Baker. A ella soñadora y sensible, le cuesta mirar el cuadro del árbol recién talado del barrio, pintado por su padre -Aidan Quinn- sin echarse a llorar.

Él no la comprende y simplemente cree que esa niña extraña ha invadido su vida acosándole desde entonces en el colegio y en el vecindario. Sueña con llegar al insituto para perderla de vista. Sus intentos por rehuirla no han hecho más que empezar.

El tira y afloja entre los dos niños, preadolescentes, da lugar a situaciones de lo más ingenuo, repletas de naturalidad. Los mayores problemas de Bryce consisten en cómo deshacerse de los huevos -tal vez infectados de salmonela-, que semanalmente Julie le regala a resultas de encontrarse la niña, en su propio corral, un puñado de gallinas ponedoras.

Las dudas y miedos hacia Julie, de un crío atolondrado, no le dejarán conciliar el sueño. Irán creciendo en él sentimientos contradictorios a medida que descubra el fondo de esa chica rara, enamoradiza y alegre. Hasta que, de repente, Bryce llegue a sentir cómo se le cierra la boca del estómago mientras ella, madurando a marchas forzadas -se nos acerca entonces al lado amargo de sus estrecheces familiares-, vaya perdiendo todo interés por el niño de los ojos arrebatadores. Cuando él por fin se da cuenta, ella ya sólo piensa en a cual de los Everly Brothers elegiría para casarse.

Le película, sin falsetes ni estridencias, está acertadamente ambientada y consigue reunir un elenco de actores a los que hacía tiempo se les había perdido la pista: Penelope Ann Miller, Aidan Quinn, Rebecca de Mornay y el abuelo, John Mahoney.

Entretenida y deliciosa, como una tarta de queso y arándanos o un sicomoro desde cuyos brazos deleitarse -como hace Julie- con una lenta puesta de sol. En efecto, la fotografía nacarada de la película de Reiner, -que ha ido a parar incomprensiblemente a los videoclubs sin pasar por la pantalla grande-, es lo más destacable, -de postal-, junto a la doble y opuesta narración de los niños. Cada uno, desde su punto de vista, interpreta la historia de amor, salpicada de inocentes confusiones, que nace entre ambos. Para él como una pesadilla; para ella como un vuelco al corazón. Durante todos esos años, Bryce seguirá paseándose por ahí con el primer beso que Julie espera.

Muy bonita. Se agradecen este tipo de películas.

FLIPPED es una pequeña joya no estrenada en cine para mi sorpresa ya que es mil veces mejor que muchas películas que pasan por la gran pantalla. FLIPPED te mantiene pegado a la pantalla desde el primer minuto en el que BRYCE ofrece su punto de vista sobre JULI como una niña acosadora que le persigue durante toda su adolescencia mientras que JULI nos cuenta de una manera muy diferente su visión de la vida llena de valores, profundidad y sentimiento a la vez que trata de decidir si BRYCE merece que ella pierda un minuto de su vida en pensar en él. Una película mágica con toques de comedia y romance pero que, ante todo, es un canto a la vida, a la naturaleza, al amor, a la poesía y al buen cine basando en sentimientos, valores, nobleza e inteligencia.

Flipped es una película bonita. El filme me ha ido gustando a medida que fueron pasando los días después del visionado. Muy recomendable para los adolescentes de hoy en día que muchas veces ven el inicio de sus relaciones amorosas como lo pintan en malas series (tipo Física o química o Patito feo), donde predomina lo banal y el sexo. Aquí se ve un amor inocente, ese primer amor que va naciendo poco a poco y se te queda marcado y siempre sueles recordar con una bonita sonrisa, fuera de todas las complejidades que tienen los amores en una edad adulta. La transformación de los dos niños esta muy bien narrada y la técnica de que cada uno de los protagonistas va contando su punto de vista hasta encontrarse en común la hacen muy entretenida. La película cuenta con muchas escenas cotidianas pero eso no le resta emoción.
La niña de la historia te gana desde el primer momento.
Me hubiera gustado seguir viendo como se desarrollaba la historia siendo los dos protagonistas un poco más mayores, aunque quizás la intención del director era mostrar ese amor adolescente, inocente y puro, cosa que ya siendo mayores podía desvirtuarse.

Cada película tiene un momento para verla. Si te apetece una peli de acción, o de miedo, o de intriga no la veas en ese momento. Esta es para verla un día que te apetezca una película sencilla, de esas que te llegue bien adentro de tus sentimientos. Flipped es una historia que no solo puede suceder cualquier día, si no que seguro que sucede miles de veces todos los días, así de sencilla y cotidiana es. Y este es el merito, cuando consigues contar una historia que puede pasar todos los días inadvertida, y mostrar la belleza que hay en ella, y con ello hacer que la gente se dé cuenta de no solo suceden cosas horribles, si no que las historias más bellas están cada día al alcance de tú mano, o que si te paras a pensar, este tipo de historias le pasan a uno mismo. Habla de cosas muy cotidianas, no solo del primer amor, si no de muchos otros temas importantes. Habla de cómo hay que querer y educar a los hijos. Educarles no es proporcionarles un nivel social, sino darles afecto y enseñarles a querer, empezando por el ejemplo de unos padres que se quieren y que quieren a sus familiares aunque no sean perfectos. Continúo en el spoiler.