Mi primer amor

Como cuando tu tía o tu abuela te agarraba de los cachetes y decía que eras una ternura, bueno algo así seria esta película. Dan ganas de agarrarla de los cachetes muchas veces, pero si no te gustan altas dosis de dulzura y te empalagan rápido estas cosas diría que después veas algo como Duro de Matar, El trasportador o Rápido y furioso mientras no se romántico/juvenil.

La clásica historia de cuando éramos jóvenes, o nos puede seguir pasando ahora de grandes, alguien gusta de nosotros pero estamos tan en la luna que tardamos en verlo y cuando caemos en la cuenta ya es tarde y la vida se nos cae en pedazos.

Desconocemos si se amaran toda la vida o que pasara después, solo tenemos el ahora. Amor puro e inocente.
Serena, tranquila, dulce y amistosa es la película. Los pequeños actores hacen bien su trabajo.

Leo por ahí críticas que comparan esta película con una serie para mí inolvidable: "Aquellos maravillosos años", y claro, pico el cebo. Como era de esperar, se me atraganta. Esto se parece tanto a "Aquellos maravillosos años" como Belén Esteban a Gisele Bundchen.

Sí, se parecen en que las dos transcurren en los años 50; en que están narradas por niños; en que hay una historia de amor como telón de fondo; tal vez en la estética... En fin, como la Esteban y la Bundchen, que son las dos rubias y delgadas, y hasta ahí llega el parecido.

No se ve por ninguna parte el ingenio de los guiones de la serie, ni el carisma de sus niños-actores, ni la chispa de sus diálogos. Ni Kevin Arnold y Winnie Cooper tienen nada que ver con estos dos adolescentes falsamente problematizados por conflictos forzados de difícil comprensión y chapucera resolución. Donde en "Aquellos..." había naturalidad, encanto, belleza y talento, aquí encontramos puro artificio, sosería, cutrez y estulticia.

De todo tal vez salvaría a la niña protagonista, interpretada razonablemente bien por Madeline Carroll. Y un cierto esfuerzo estético combinado con una ambientación cuidada que consigue hacerla agradable a la vista aunque en ningún momento llegue ni a conmover ni a enganchar. Si evitamos las odiosas comparaciones diría en un ataque de generosidad que hasta se deja ver.

Reiner entra en el despacho del productor. Toma asiento y dice:

-Tengo dos ideas. He leído esta novela y tengo un guión buenísimo para una película, veras:
"Una niña encantadora pero incomprendida que vive en el típico pueblecito americano. Su familia supera como puede sus problemas a fuerza de cariño y amor. De hecho, su padre es súper-comprensivo, a pesar de tener su propia cruz.
Tiene un amigo secundario con el que mantiene una relación impúber de amor-odio. Todo esto contado en un ambiente de perpetuo verano. De fondo sonando siempre alegres cancioncillas de los 50/60 y..."

-Espera Rob. Eso que me estás contando es "Mi chica".
-Ya... pero han pasado 20 años, no creo que se den cuenta. Además ¿Tú sabes la de taquilla que hicieron?
-No sé, Rob. ¿Cual era la otra idea?
-La otra es para un anuncio de abonos para jardín.
-¿Pues sabes qué? Que vas a hacer las dos cosas.

Me esperaba más, mucho más, después de ver las críticas que tenía esta película. Me parece floja, la actuación (del chico sobretodo) bajo mi punto de vista es inexistente. Se limita a estar en las escenas y poco más. El argumento tiene poco que contar, ni es una historia trepidante ni pasan grandes cosas. Podría ser la aburrida vida de cualquier persona y difícilmente puede uno identificarse con ninguno de los personajes, puesto que al principal, empecé a odiarlo a los diez minutos de haber empezado el film. Pensaba que sería una pelicula en la que me darian ganas de llorar como en otras de su categoría, pero la verdad es que me dieron ganas de reirme. Al menos, no dura dos horas.