Un rockero de pelotas

Veréis como esta película recibe muchas críticas negativas y es que estamos perdiendo la finalidad , en ocasiones, del cine: Entretener. La película no pasará a la historia por su guión o por la fotografía pero es una película entretenida; una película para pasar un buen rato. Si además te gusta la música y has tocado en algún grupo, será mas que un rato divertido. Yo os la recomiendo, no es una pérdida de tiempo.

Tenemos aquí una comedia muy decente, sin excesos ni chorradas escatológicas, y con un doblaje notable (cualquier doblaje sin Florentino es sobresaliente, le pese a quién le pese), estropeada con otro "estúpido título español", como le pasó a la también decente "Cuestión de Pelotas", o la mediocre "Hermanos por pelotas".

No se trata de una comedia disparatada llena de estupideces, sino de una comedia sencilla, que te saca la sonrisa y en ocasiones la risa, y te hace pasar hora y media de un sencillo y agradable entrenimiento...

Interpretaciones estupendas para este tipo de género que sobresale de la podredumbre de "Tontolaba Movie" o "Supertontolabas" (mención aparte de Superfumados, una cinta decente con "otra estúpida traducción española"), rescatando a Christina Applegate como la guapísima y enrrollada mami, redescubriendo a Emma Stone como una actriz que no solo podría valer para pelis como "Una Conejita en el Campus" , sino para cíntas más serias, un par de secundarios creíbles y sobrios, y un actor principal seboso, paliducho y poco agraciado que recuerda bastante a Jack Black en sus gestos, pero sin su insoportable histrionismo, arqueo de cejas ni contínuas caritas de sorpresa, sino transmitiendo emociones cuando debe y haciendo que el resultado no sea una payasada.

Esta película se la recomiendo sobre todo a la gente a la que le guste el rock, las movidas relacionadas, y que al escuchar a Twisted Sister le vengan viejos y divertidos recuerdos.


Wolf.

Parece que en este siglo XXI está volviendo el gusto por los ochenta: remakes, homenajes, revisiones de series de televisión de la época... Así que, en pleno apogeo de aquella mágica década, Peter Cattaneo se subió al carro con Un rockero de pelotas, una comedia que podríamos calificar del montón.

Cattaneo repite el argumento de su mayor éxito, Full Monty, con una nuevo relato de segundas oportunidades, en el un batería friki y amargado, que lleva veinte años frustrado por el éxito de su antigua banda, de la que fue expulsado de manera traicionera, tiene una nueva oportunidad como batería del grupo de instituto de su sobrino.

El batería en cuestión es Rainn Wilson (Mi super ex-novia, La pareja del año) uno de esos cómicos que basan sus interpretaciones en la sobreactuación, razón por la cual sus personajes siempre terminan cansando.

Acompañan a Wilson en esta aventurita actores conocidos como la atractiva Christina Applegate (Matrimonio con hijos, La cosa más dulce), el guaperas de moda Bradley Cooper (El equipo A, Resacón en Las Vegas), la morbosa Emma Stone (Bienvenidos a Zombieland, Supersalidos) y la dura entrenadora de Glee, Jane Lynch. No es que se empleen precisamente a fondo, pero están mejor que dos de los protagonistas, el desconocido y sosísimo Teddy Geiger y el rellenito Josh Gad (21 Blackjack).

El guión, que no es precisamente original (y eso que han intervenido tres escritores) adopta ideas de otras películas para tratar de salir adelante. El rápido ascenso a la fama, con giras inicialmente cutres, es similar al visto en The Wonders de Tom Hanks; con respecto a Escuela de Rock de Richard Linklater, la actuación de Rainn Wilson parece una parodia de lo que allí hizo Jack Black; o el asunto de la vieja gloria que anhela tiempos pasados, con reminiscencias a Tú la letra y yo la música de Marc Lawrence.

El punto fuerte de la película es despertar la nostalgia por los 80 con una buena banda sonora, además de algunos momentos irreverentes bastante logrados. Lo malo es la previsible trama, la introducción con calzador de un par de subtramas románticas excesivamente ñoñas, varias interpretaciones por debajo de la media y su baja calidad a la hora de narrar la historia.

Digamos que Cattaneo no engaña a nadie. Una parodia musical con revisitación a los ochenta que busca la risa fácil del espectador. No es que sea una película referencia para el género, ni mucho menos, pero hay que reconocer que, a ratos, consigue su objetivo de entretener.

Regular comedia musical, no matará de risa a nadie pero uno puede pasar un rato entretenido viéndola. Destacable Rainn Wilson en un papel que más nos podríamos esperar de comediante como Jack Black (para bien) o Will Ferrell (para mal).

Lo mejor, lejos de los gags, es la banda sonora con algunos clásicos que se dejan oir a ratos. Por lo demás no hace daño y se olvida fácilmente.

Realmente esta película ofrece lo que muchas veces buscas y no encuentras, pasar un buen rato y reirte de vez en cuando.

La verdad es que tiene muy buenos golpes de risa y durante el transcurso de la película me daba cuenta que el sentido del humor era distinto al resto de comedias que estaba harto de ver. Ese sentido del humor verosimil, creible, inteligente, me recordaba a algo, era como cuando hueles un perfume y te preguntas dónde lo has olido antes.

Hasta que no he visto quién era el director no he caido, y es que es el mismo de Full Monty.

La película tiene multitud de defectos pero hacía tiempo que no me reía tanto con una peli por lo que merece un notable.