Gigantic

Chico conflictuado conoce chica linda y un poco desorientada. Se enamoran, o casi. Luego surge algo y se distancian. Pero al final.. pasa lo que uds., amigos usuarios de Filmaffinity suponen que pasa. O algo parecido. ¿Seguro que les suena no?.
Claro, es el argumento de unas 450.000 películas de Hollywood y de cuanta cinematografía se haya filmado en el ancho globo. Pero eso no sería un problema tan grave si se lo sabe llevar bien. Salvo que el realizador sea uno de esos cineastas autodenominados "indies" (porque si no hay talento es mejor tener un rótulo). Ahí la cosa cambia.. Y casi seguro, para peor. Porque entonces esta historia tan sencilla la contaremos así: el chico es raro, su cara es rara, su lugar de trabajo es raro, a saber: vende colchones suecos en un sótano húmedo y sucio (¿?). Su familia es rara, él nunca se ríe, y pese a ser soltero, heterosexual y muy joven, quiere adoptar un bebé chino (¿?). Falta algo más: lo acosa y lo persigue por toda la ciudad un homeless que quiere hacerle daño (¿?). En cuanto a ella.. adivinaron: es rara. No estudia, no parece trabajar demasiado y está muy apegada a su papá con el que vive en un depto lujoso. Sí.. su papá también es raro: se inventa dolores de espalda y paga fortunas a un médico o algo por el estilo para que no le haga nada (¿?). Y además es mitómano, o parece. Y no tiene filtro para decir lo que se le ocurra. Estos y todos los demás personajes que aparecen son muy peculiares y excéntricos. Supongo que el director y su equipo deben haber fumado y pensado mucho para transformar una historia tan banal y simple en una historia tan banal y simple... pero con personajes estúpidos y rebuscados. Tanto, que aburren y hacen que uno se pregunte: ¿qué hago yo viendo esto?

Esta comedia tiene dos cosas que la hacen interesante, en primer lugar un reparto consistente de buenos actores de los que destaco tres, el primero es John Goodman, por supuesto, el segundo Paul Dano de quien hay que ver su trabajo en There Will Be Blood (Pozos de Ambición, Thomas Anderson, 2.007) para saber lo que podemos esperar de este actor. El tercero es Edward Asner, actor más que famoso por su pasado pero que deja en esta película una perla de actuación con este papel secundario.
El otro elemento que hace esta producción interesante es un guión guirlado de la suficiente originalidad para convertirse en una agradable sorpresa.
Hay algunos giros que hacen que esta producción se aparte de los estilos convencionales al uso en este tipo de género. Para empezar los sentimientos que se suelen etiquetar al personaje femenino y al masculino parecen cambiados y es un motivo de sorpresa a lo largo del guión ver cómo se juega con este punto para conseguir resoluciones a situaciones bastante novedosas y sorpresivas.
Existe un personaje inquietante que merece un poco de atención, me refiero al vagabundo que agrede al personaje interpretado por Paul Dano en algunas ocasiones a lo largo del metraje, ese personaje tiene desde su aparición un algo del Álex de Kubrick, sobradamente evidente por la forma en la que lleva la barra de hierro en su primera escena aparte de su sed de violencia. Creo que este elemento tan variopinto del guión tiene que ver con esa transmutación de los valores masculinos y femeninos a lo largo de la narración. El viejo hombre tipo masculino, amenazado por la extinción que se le viene encima en este mundo de mujeres en que, según los sociólogos, se está convirtiendo el siglo XXI, se defiende del rival e intenta hacerle desaparecer como sea. Es precisamente cuando el protagonista vence y sus valores se imponen cuando ese hombre cavernícola, barbudo y agresivo desaparece de su vida, en cierto modo es él mismo el que vence, el que controla su agresividad y se deja llevar ya no por lo masculino. De hecho Zooey Deschanel le grita en un momento de discusión que por lo menos se enfade.
El personaje de Paul Dano, muy bien construido, define esos nuevos hombres del siglo XXI que ya no ven a las mujeres como oponentes y que no sienten su masculinidad agredida por los nuevos valores que imperan en la sociedad. Ante esas nuevas perspectivas son evidentes las dudas de Harriet (Zooey) que tendrá que aprender a lidiar con este nuevo tipo de hombre.
El enredo se completa con una pléyade de secundarios que ennoblece todavía más la narración a base de situaciones delirantes que deben ser interpretadas por el espectador porque el guión decide enseñar un poco mediante la acción pero esconder mucho para que el espectador llegue allí.
Continúo en spoiler por falta de espacio.

La palabra para describir esta película es exactamente: molesta. Molesta, pretenciosa, de esas cosas que te dan comezón. Los personajes son extraños a propósito, porque al parecer, en estos tiempos es "cool" ser raro. Esa Zooey Deschanel siempre hace el mismo papel. Todo incluído, mismo peinado, misma ropa, misma personalidad rara y de perdedora a la cual se le perdona porque es bonita. Ya quisiera yo ver ese papel en una fea, sería el personaje más odiado.
Intentaron hacerla profunda y por un momento te la crees. La presencia del vagabundo que simboliza el interior del Paul Dano, es en parte bueno y te puedes identificar, pensando que tus complejos, tus temores y tu depresión están ahí para pegarte cuando más vulnerable estás. Lo malo es que lo hicieron de una forma muy pretenciosa. Es más, desde que dices que tu película es indie, estás intentando ser más "cool" que los demás.

Otra más de esas películas pretenciosas y estúpidas que escudándose en su procedencia “indie” y contando con un reparto más o menos apañado (John Goodman, Edward Asner y Jane Alexander pueden servir como aderezo “old” y Paul Dano y Zooey Deschanel se supone “cool”) y un argumento (a ser posible con familia disfuncional) y desarrollo de la trama cuya finalidad mas que entretener (a mi juicio fundamental, lo de conmover, divertir, remover conciencias y demás no sirve para nada si no es entretenida), al espectador, solo tienen como objeto intentar colarla en Sundance (en el mejor de los casos, sino también sirve cualquiera de la multitud de festivales al uso).
En resumen, aburrida opera prima del tal Matt Aselton, protagonizada por el pavisoso e insípido Paul Dano (menos cero, esa es la química que tiene este soplagaitas con Zoey Deschanel) a la que no he sabido encontrar (ni ganas) la enjundia que se supone debe tener, ni el significado de las metáforas (adopción de un niño chino, el personaje de Zach Galifianakis, etc, etc, etc), que para más inri cuenta en su reparto con un Clarke Peters (Lester Freeman en “The Wire”) en el papel de vendedor en una nave de colchones (con estética de esas utilizadas en la joyita de HBO como cuartel general), en plan florero y con unos diálogos que son de vergüenza ajena.
En fin, esta tampoco es (ni por asomo) la joyita indie (de esas 2 o 3, máximo, que nos alegran la vida al año) que anda uno buscando cuando se enfrenta a su visionado.

Pues eso, que cuando la vi me quedé que no se de que va. Un chico que quiere adoptar un niño y él mismo no se aguanta. Mata a un hombre que lo acosa violentamente y se queda tan pancho adoptando al niño que por arte de magia le llega. A la chica le da igual todo, pero es muy maja ella, no se mete en ningún follón ni nada, también hay que tener en cuenta que las dos familias de los protas tienen pasta gansa y esto facilita el tema del enamoramiento porquè sinó... es como si no hubiera conexión con los distintos planteamientos que ofrece el guión se va de una cosa a otra sin llegar a nada y eso te deja sin entender nada de nada, ni siquiera suponerlo vaya.