Gigantic

El llamado cine independiente tiene estas cosas: puede llegar a ser descorcentante. Y aunque en general suelen ser películas interesantes y únicas, ese afán puede llevar al absurdo y aburrimiento. El que lo mejor de una película sea la canción de los créditos finales (cortesía de Animal Collective), es preocupante.

'Gigantic' se deja ver (al menos para mí) gracias a una Zooey Deschanel de la que he estado mucho tiempo enamorado, que además por aquella época se encontraba en su mejor momento tanto físico como laboral, aunque por aquel entonces aún no la conocía, la descubrí un poco más tarde.

La película en sí es una amalgama de situaciones extrañas provocadas por personajes aún más extraños, una oda a la extravagancia como es habitual en el cine indie pero quizás llevado a un extremo que puede ser poco digerible para el gran público, y que finalmente tiene poco sentido.
Paul Dano que ya ha hecho pareja con tres de las grandes musas adorables del cine indie (Zooey Deschanel, Mary Elizabeth Winstead y Zoe Kazan, su pareja en la vida real) lleva el peso de la película, pero no puede hacer nada ante este guión.

Puede contener algún que otro simbolismo (cierto personaje resacoso), pero francamente de haberlo no merece la pena, porque no queda nada claro y porque no aporta nada.
El 5'1 que tiene está claramente por encima de lo que merece, con todo el dolor de mi corazón de ninguna manera puedo aprobar esta película.