Second Best (Difícil elección)

Siempre me gustó esta película, realmente conmovedora y que retrata excelentemente la capacidad de amor de los seres humanos, y sus vicisitudes.
Cómo esa capacidad de amor puede ser dañada por las circunstancias históricas familiares. Unos padres que no son capaces de amar, y de dar un apego seguro, y que generan en su hijo una vivencia traumática de abandono. Cómo hay otras personas también dañadas por su historia emocional, pero que pueden recuperarse, y dar ese amor y esa ternura que no vivieron adecuadamente.
La película refleja la relación de un hombre de 42, soltero, pero con muchos deseos de paternidad. Que sabe cuidar a los demás, a pesar de su timidez y sus dificultades de relación. Y que tiene una gran capacidad de superación. Intenta una acogida-adopción con un niño muy difícil de carácter, traumatizado por los estragos causados por su historia familiar.
Ambos, padre adoptivo e hijo, irán aprendiendo, en un camino difícil y doloroso, como lidiar con sus propios dolores afectivos, sus vivencias de abandono, y como van a ir encajando y transformándose el uno al otro, para poder conectar con lo más auténtico de ellos mismos, y poder reparar los daños sufridos en sus personalidades. Estableciendo una relación como nunca tuvieron en sus vidas. Pasando de ser una relación de segundo lugar a primer lugar.(De ahí el título inglés)
El guión, la dirección, los actores, la música...todos son de un nivel extraordinario.Chris Cleary Miles, el actor infantil, realiza una actuación increíble, mostrando una capacidad de expresión emocional que pasa por los registros más diversos posibles.
Es una verdadera historia de amor. De las que hacen que la vida tenga sentido, y de las que nos hacen creer en la vida, tener esperanza de que un mundo mejor es posible, gracias a la capacidad amorosa que aún nos queda, a pesar del posible daño recibido en nuestras vidas.
William Hurt realiza un papel extraordinario. Pero curiosamente esta obra pasó desapercibida en España, y no sé si incluso ni se estrenó en las salas comerciales. La vi en cinta VHS, de alguiler, y la compré cuando saldaron las cintas del videoclub. Sé que aún no ha salido una versión en DVD, ni siquiera en inglés.

Partimos de una estimable historia al frente de cuyo reparto está un convincente y más que solvente William Hurt, que lamentablemente queda lastrada por lo que yo diría que es una sucesión de malas decisiones de un director que no encuentra nunca el tono adecuado y que impregna todo con un estilo viejuno a la altura de la peor estética del cine de principios de los 70 y que hace complicado que se establezca una conexión emocional entre la historia y el espectador, lo cual en esta película más que otras es el objetivo primordial por el tipo de historia y personajes que se tratan

Un cualquier cosa tiene cieto interés y siempre es un gusto ver a William Hurt alguien de gran talento, pero con una extraña e irregular carrera y del que tenemos la impresión que podía haber dado mucho más.

Una curiosidad

Realmente, prácticamente suscribo lo dicho por Edmundo en la crítica anterior. En el elenco de este drama «familiar» figuraron actores del renombre de William Hurt o John Hurt, siendo el director el inefable Chris Menges, en la que es hasta el momento su penúltima incursión tras las cámaras. ¿Cómo es que posible que esta película sea proyectada casi tres lustros después y en un canal relativamente «minoritario»? Esto corresponde más bien a la sociología del séptimo arte. Es triste que el actor que encarna al niño, Chris Cleary Miles, no volviera a intervenir en película alguna, salvo en dos cortos.
Quizás podríamos argüir que la filmografía de este realizador británico incide una y otra vez en ciertos tópicos, pero por otro lado este afán, probablemente involuntario, de proselitismo no es privativo de Menges, que adapta una novela del también británico David Cook (1940-2015).