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Cabaret

Drama. Musical Berlín, años 30. El partido nazi domina una ciudad donde el amor, el baile y la música se mezclan en la animada vida nocturna del Kit Kat Club. Un refugio mágico donde la joven Sally Bowles y un divertido maestro de ceremonias hacen olvidar las tristezas de la vida. (FILMAFFINITY)
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Críticas 83
Críticas ordenadas por utilidad
25 de mayo de 2006
144 de 183 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se han realizado pocas películas redondas y más si hablamos de musicales, un género demasiado especial. Cabaret es una de ellas. Redonda y especial. Contiene todos los elementos para encandilar a quien huya de estas propuestas:

-la mejor banda sonora que se haya escuchado jamás en un cine.
-unas interpretaciones como la copa de un pino.
-una fotografía exquisita.
-un triángulo amoroso fascinante.
-una dirección excepcional.
-uno de los mejores montajes realizados.
-un desenlace que no decepciona.
¿Alguién da más? Chicago quizá, pero no llega a este nivel.

Película de culto avalada por 8 Oscars (todos merecidos). En su momento, se polemizó sobre la estatuilla ganada por Joel Grey en detrimento de Al Pacino como hijo de Don Vito Corleone. En mi opinión, nuestro querido bufón gana por goleada se pongan como se pongan. Encarna a un personaje que destila un aura de irrealidad como pocas veces ha expuesto una obra. Es como un fantasma de los deseos humanos. Alguien libre y absurdo que se cuela durante unos instantes en las vidas de los berlineses prenazis aportando ironía y sarcasmo con sus números musicales.
Además, Liza Minnelli interpreta aquí el papel de su vida, y Michael York otro tanto. El personaje del aristócrata alemán, completamente inesperado, profundiza en la riqueza de esta gran cinta.

Cabaret posee la que para mí es la secuencia más impactante de la Historia del Cine. En sólo tres minutos, un genial Bob Fosse nos muestra mediante una de las canciones más bellas de la Historia, lo que todavía no ha conseguido nadie: explicar por qué el pueblo alemán se decantó en las urnas por un homosexual bajito llamado Adolf. La escena, censurada en Alemania durante la década de los 70, es para el que escribe irrepetible por su ejecución, por su belleza, por su canción, por su horror, por sus extras, por su puesta en escena... por todo!!

Una gran película que no decepciona a nadie. Grandes interpretaciones, ingeniosos diálogos y soberbios números musicales.

OBRA MAESTRA

"¿Todavía piensas que los vais a parar...?"
Txarly
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1 de octubre de 2005
47 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tardé tiempo en ver esta película, pese a su prestigio y sus 8 Oscar, porque pensé que se trataba de un musical más; bien hecho, sí, pero del montón y convencional. Cuando por fin me decidí, descubrí una joya cinematográfica enormemente entretenida y maravillosa, que va mucho más allá del concepto de "musical", para contarnos una historia en las postrimerías del ascenso del nazismo en Alemania.

La actuación de Liza Minelli (la única brillante de su carrera), la caracterización del excelente Joel Grey como maestro de ceremonias del cabaret berlinés, las estupendas canciones y números musicales, y el trasfondo histórico que vemos entre actuación y actuación, con el progresivamente enrarecido clima que se vive conforme los nazis toman más parcelas de poder, hacen de 'Cabaret' una de las películas más importantes de la historia del cine.

Todos los números musicales son encantadores y quedan en la memoria del espectador durante mucho tiempo, pero hay que destacar el divertido tema de Joel Grey con una mona (metáfora sobre la tolerancia con las distintas identidades sexuales); y el del nazi adolescente cantando en un primer momento y dulcemente una canción sobre animalitos y naturaleza, y acabando en una exaltación colectiva del fanatismo y la inminente barbarie nazi.
Amor Perro
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28 de febrero de 2007
43 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una de las películas más famosas de la historia, y el musical más laureado de todos los tiempos, junto con West Side Story. Y sin embargo a mí me ha decepcionado un poco.
Cabaret tiene muchas cosas muy buenas, como la excelsa banda sonora (magníficos los números de "Mein herr", "Money, money", "Life is a cabaret" o "Tomorrow belongs to me"), las actuaciones de todo su reparto, con la excepción de un sosísimo Michael York, y sobre todo el tratamiento que se hace del nazismo, entonces en auge. Aparece casi constantemente, como quien no quiere la cosa, como una amenaza todavía casi invisible pero que gana fuerza cada día. La película consigue plenamente captar este drama en medio de tanta frivolidad, y acaba resultando el aspecto más conseguido de la cinta.
No obstante, las escenas se alargan muchísimo (tal vez por la innegable influencia del teatro), la dirección de Bob Fosse es plana y lo que es peor, se hace pesada en algunos momentos. Además, el romance entre Sally y Brian nunca acaba de funcionar muy bien, más que nada por la falta de química entre Minelli y York.
De todas maneras, es uno de esos musicales clásicos, que todo cinéfilo debe ver al menos una vez en su vida.

Lo mejor: Los números musicales, la actuación de Liza Minelli y el tratamiento del nazismo.
Lo peor: Su duración es excesiva.
Sibila de Delfos
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25 de noviembre de 2006
35 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Y cómo es un cabaret? Pues tan esperpéntico e hiriente como la historia de amor entre Sally y Brian, o entre casi cualquiera de los personajes que llegan a conocerse en ese local de mala muerte, y nunca falto de un halo onírico ni de buenas dosis de comedia; y cuando hay talento –como es el caso–, la música y sus letras llegan a ser maravillosas.

Los actores son más que adecuados, y el montaje, impresionante, como en todos los trabajos de este director que he tenido la suerte de ver.

PD: Sí, es deprimente. ¿Desde cuándo es eso algo malo?
Alguno dice por ahí que no ocurre nada en la película, que se durmió viéndola. Hay de todo en este mundo. Conozco a gente que ha llegado a dormirse viendo "El golpe". También hay quien siempre se provoca el vómito después de comer, ¡incluso hay quien se come sus propias heces!
Busquen, comparen y elijan ustedes mismos a su alma gemela, que los algoritmos no entienden de humanos.
jastarloa
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20 de octubre de 2014
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de ponernos a discutir todos sobre si “Cabaret” es o no el mejor musical de la Historia del Cine, quizá debiéramos preguntarnos primero si “Cabaret” es realmente un musical. Sí, por supuesto hay música, hay canciones - ¡ y qué música¡ ¡ y qué canciones¡- pero es que no puede ser de otra forma; la acción transcurre donde transcurre y sus protagonistas se dedican a lo que se dedican. Los números y las actuaciones se suceden y se insertan de una forma natural a la trama. Y la trama es tremenda, ambientada en uno de los periodos más espeluznantes de la más reciente historia de la Humanidad. Bob Fosse se encarga de desmontar una a una todas las reglas no escritas del género. Aquí no verán a nadie ponerse a cantar o a bailar en medio de una escena o de un diálogo, eso que tanto irrita a los detractores de este tipo de películas. Muchos de los actores principales ni siquiera cantan. No hay nada forzado, nada resulta artificial.

Convengamos pues en que “Cabaret” es un musical diferente, atípico. Y triste. Ya había habido antecedentes al respecto, pero en “West Side Story” uno tenía el referente de un final marcado por la tragedia, y los efectos podían considerarse mucho menos devastadores. Más que ningún otro género cinematográfico, el musical es un estado de ánimo. Uno sale de ver “Grease” o “Cantando bajo la lluvia” con unas ganas locas de vivir, de imitar a Travolta o a Gene Kelly y ponerse a saltar y a cantar encima de los charcos mandándolo todo a paseo. Nada de eso sucede en “Cabaret”.

Berlín, 1931, la cosa no está para muchas fiestas, pero entre los muros del Kit Kat uno puede olvidarse por un rato del horror que se viene encima ( ¿no puede ser el cabaret una metáfora del mismo cine que también tiene como uno de sus objetivos evadirnos de la realidad?). Fuera está la barbarie, el espanto. Dentro, sin embargo, todo es bello, las mujeres son bellas, ¡¡ hasta la orquesta es bella¡¡ La vida es bella porque la vida es un cabaret ni más ni menos.

Así pues, pasen y vean, podrán disfrutar de la maravillosa estrella internacional Sally Bowles recién llegada de Norteamérica pero que no se sabe muy bien hacia dónde va, sólo que cada día se levanta con la ilusión de que sí, de que quizá esta vez gane. No se pierdan el espectacular número de la lucha de las chicas en el barro, ni el del pobre hombre enamorado de una mona, ni, en fin, el coro de angelicales criaturas cantando que el mañana les pertenece. Así son las veladas en el Kit Kat, todo transcurre entre lo frívolo, lo patético y lo kistch. La vida, como el cabaret, tiene un poco de esas tres cosas.

“Cabaret” es una de esas películas imprescindibles de la Historia del Cine. Ganar 8 Oscars en un mismo año es increíble, pero hacerlo en una edición en la que una de tus rivales es “El Padrino” es toda una proeza. Bob Fosse le arrebató al gran Coppola la estatuilla al mejor director, Al Pacino tuvo que ver como Joel Grey subía a recoger el premio que todo el mundo le daba a él de antemano. Hoy nada de eso nos resulta un escándalo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Solo
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