Haz click aquí para copiar la URL

Fin de semana en Dunkerque

Drama. Bélico Junio de 1940. En las playas de Dunkerque, que han sido arrasadas por los bombardeos alemanes, miles de soldados franceses e ingleses esperan partir para Inglaterra. Tras abandonar a sus camaradas, Julien intenta embarcar con los ingleses en un carguero. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
26 de octubre de 2017
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora que la evacuación de Dunkerque està tan de moda por la película de Cristopher Nolan, no esta de mas recordar antiguos films que trataron el tema de forma parecida en el pasado.A pesar de su duración la película sedesliza con rapidez, con las visicitudes del sargento Belmondo, que se mueve como pez en el agua en las situaciones mas variopintas, buscando comida, intentando embarcarse con los soldados ingleses, salvando a una chica en apuros y teniendo conversaciones filosóficas con el capellan del reguimiento, acidas criticas a la incompetecencia militar de los ejércitos aliados y una buena mezcla de comedia y drama, con algunas frases lapidarias como la de " solo he matado a dos hombres en la guerra y eran franceses", en conjunto entretenida y dentro de lo que cabe realista película belica.
zuriman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de junio de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Operation Dynamo (más tarde reconocida como, El Milagro de Dunkerque), fue el nombre que, los oficiales ingleses, le dieron al plan de evacuación de las tropas aliadas, después de que, en 1940, Francia fuera dominada por el ejército alemán. Desde, el 26 de mayo, cientos de soldados ingleses, franceses y belgas, se encontraban atrapados en las playas de, Zuydcoote (Dunkerque), y mientras se organizaba su evacuación, los nazis arreciaban con sus ataques aéreos dispuestos a exterminarlos. El 1° de junio, comenzaría por fin la evacuación en los barcos que consiguieron salvarse, y el resultado final, aseguró la vida de, 215.787 soldados ingleses y 123.095 franceses y belgas.

Lo que ocurrió en aquellas playas, entre 1° y el 2 de junio de 1940, es lo que cuenta, con lujo de detalles, el escritor argelino-francés, Robert Merle (1908-2004), en su primera novela, “Week-end à Zuydcoote” (1949), con la cual ganó el premio Goncourt y el reconocimiento internacional. Movilizado, en 1939, Merle había sido dos veces prisionero en campos de concentración alemanes y estuvo en Dunkerque durante la famosa evacuación.

Esta novela autobiográfica, fue la base de la que partieron, François Boyer y el propio Merle, para escribir el guion que, Henri Verneuil, se encargaría de dirigir con notable virtuosismo. Con un presupuesto bastante holgado que le permitió realizar la que sería su primera superproducción, Verneuil se va a dar el lujo de ofrecernos unas magníficas escenas de los ataques alemanes, con una asesoría militar y un equipo técnico de primera línea.

El propósito del filme, es el mismo del libro: Mostrar los absurdos de la guerra y la manera escabrosa e inhumana como se aniquilan millones de vidas, se destruyen sueños y esperanzas, y se siembra el caos, el terror y la desolación, en lugares que, antes, albergaban grandes logros con mucho esfuerzo alcanzados.

Verneuil, busca desmarcarse un poco del estilo hondamente dramático e intelectual de la novela, y como es habitual en su cine, añade los oxigenantes momentos de comedia y humor negro que hacen que, el drama que se va forjando paso a paso, resulte mucho más llevadero. En lo personal, creo que ésto favorece a la historia, y más cuando se cuenta con eficaces actores como, Jean-Paul Belmondo, George Géret y François Perier, entre otros, que nos aseguran instantes bastante divertidos.

Interesantes reflexiones acerca del sentido de la guerra, se nos irán proporcionando gradualmente, y la relación entre los aliados también tendrá detalles que dejan presentir que tan, tan aliados, no eran.

Pero, lo más curioso de todo, es ver en ésta historia quién pone casi siempre los muertos… y qué fue lo que ocurrió con el oficial francés que, durante la guerra, ¡sólo mató a dos franceses!

Título para Latinoamérica: LA DERROTA GLORIOSA
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de octubre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Henri Verneuil nos presenta una sátira alegórica de la guerra, mostrando toda la barbarie humana en estos conflictos humanos de forma desenfadada, incluso con un ácido humor, de cómo el hombre busca la destrucción de sus semejantes aprovechando cualquier ventaja, como ocurrió en el desastre de Dunkerque donde varios cientos de miles de soldados británicos, franceses y belgas, entre otros, esperaban pacientemente el ser embarcados con destino a las islas británicas mientras los alemanes con su aviación los bombardeaba y ametrallaba sin piedad cuando se encontraban prácticamente indefensos.

Más allá de la incompetencia de los responsables militares de tal desastre y de la negligencia de los oficiales que la comandaron, Verneuil hace una crítica antibelicista exacerbada y un estudio de la naturaleza humana en ese grupo de soldados que encabeza un brillante Jean-Paul Belmondo mientras se pasea por las playas atestadas de muertos y heridos, de desmoralizados soldados desesperados e impotentes por ser rescatados y los pueblos devastados por las bombas incendiarias sin respeto alguno a la población civil ni a la vida humana.

Interesante sin duda, mi valoración un 6.
andeltor
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
129/12(13/05/23) Interesante film bélico francés dirigido por Henri Verneuil, guion de François Boyer (“Juegos prohibidos”), adapta la novela homónima ganadora del Premio Goncourt (equivalente francés del Premio Pulitzer) de 1949 de la ópera prima de Robert Merle, el propio Merle quedó atrapado en las playas de Dunkerque en 1940, sabe de primera mano de lo que habla. El título en francés resulta un dardo mordaz, pues las playas de Dunkerque son un reclamo vacacional de veraneantes sedientos de baños refrescantes, y sin embargo aquí fueron la tumba de miles de personas, marco de este hecho trágico, con más de 20,000 muertos estimados y 35,000 soldados capturados por los alemanes. Teniendo de gran reclamo al que entonces estaba en la cima del cine galo como era y protagonizada por Jean-Paul Belmondo, como Julien Maillat, un sargento del ejército francés que intenta unirse al ejército británico en la flotilla de barcos de la Royal Navy a Gran Bretaña (operación de rescate británica denominada Operation Dynamo, luego se llamó El Milagro de Dunkerque), durante la Batalla de Dunkerque, convive con tres soldados amigos, mientras de vez en cuando son bombardeados por cazas alemanes en la playa.

La Batalla de Dunkerque, tuvo lugar en el epónimo lugar en Francia, durante la Segunda Guerra Mundial entre los Aliados y Alemania. Como parte de la Batalla de Francia en el Frente Occidental, la Batalla fue la defensa y evacuación de las fuerzas británicas, francesas y belgas, en Europa del 26 de mayo al 4 de junio de 1940, y se aconteció con una logística monumental y medios para efectuar los desembarcos para rescatar a los soldados fugitivos, de la playa de Zuydcoote (Dunkerque), y mientras se organizaba su evacuación, los nazis arreciaban con sus ataques aéreos dispuestos a exterminarlos. El 1° de junio, comenzaría por fin la evacuación en los barcos que consiguieron salvarse, y el resultado final, aseguró la vida de, 215.787 soldados ingleses y 123.095 franceses y belgas.

Había visto tres films sobre esta contienda, “Dunkerque” (1956) de Leslie Norman, “Atonement” (2007) de Joe Wright, y “Dunkirk” (2017) de Christopher Nolan, todas ellas producciones británicas y esta es francesa, y por ello el protagonismo (al contrario que las mencionadas, donde el foco era para los de la Pérfida Albión) es de los propios franceses, el carácter de perdedores es más acusado, los británicos huyen a su país al otro lado del canal, mientras los gabachos quieren huir de su tierra, lo que confiere un aire más trágico, que podría haberse explotado mucho mejor en el film.

Es una cinta donde se nota ser una gran superproducción, donde brilla por la magnífica ambientación, rodada en las mismas playas de Dunkerque, con gran despliegue de medios, con centenares de figurantes vestidos de militares, con escenas de acción notables, donde es fundamental para crear clima la estupenda cinematografía de Henri Decaë (“Ascensor para el cadalso” o “El círculo rojo”), con esos continuos y espectaculares vuelos rasantes de los aviones germanos con tiroteos (brillante una toma en subjetiva desde un avión de guerra alemán, POV, mientras martillea con su ametralladora a los de la playa)y ‘premio’ gordo de bombas a doquier, con un excelente tramo de naufragio de un buque con cientos de personas intentando huir (seguro que Christopher Nolan tomó buena nota para una escena similar en su recreación), con gran ambientación exhibiendo un pueblo purgatorio antesala del Infierno, con edificios derruidos, otros en llamas, cienes de vehículos abandonados, otros explosionados, y una playa que parece ser el limbo, sembrada de cadáveres y tumbas anónimas, soldados que deambulan sin rumbo rebozados en la desesperanza un lugar que da a ninguna parte en su horizonte. Emitiendo un estado de ánimo general de desencanto.

Paradójicamente para ser una película de guerra los enfrentamientos son únicamente dos, y no precisamente épicos. Y es que la película quiere precisamente eso, proyectar el sin sentido de las guerras, su desmitificación (ejemplo es cuando Julien no quiere hacer que la carta a la esposa de un muerto sea adornada falsariamente, solo la verdad quiere: ‘Murió cuando fue a buscar agua para sus amigos’), , aquí no hay gloria (ejemplo cuando un piloto alemán salta en paracaídas de su avión, los soldados aliados observan desde la playa, ávidos de caiga cual carnaza entre ellos, un oficial inglés les dice a los soldados que no le disparen, pero las ansias de venganza se apoderan de los militares y lo acribillan, ni actos de valentía militar (ejemplo es ver a dos soldados galos intentando violar a una joven desvalida), ni idealismo patriotero (ejemplo Pierre Mondy que tiene un plan para instalarse como civil en el pueblo y montar un negocio de mercado negro para aprovechar la escasez ante la inminente llegada de los alemanes, y cohabitar con ellos, en claro exponente del colaboracionismo francés con los alemanes que vendría con el Gobierno de Vichy), solo nihilismo, para ello este lienzo de unos personajes lejos de ser héroes, solo quieren sobrevivir, dejando traslucir la importancia de la amistad.

En este panorama reina el tedio, la espera, la amargura, y la frustración, añadiendo el director dosis de humor negro, y en lo que es el factor más errado un romance metido con fórceps. Sumando reflexiones, un tanto superficiales, sobre Dios y su libre albedrio, esto derivado de que uno de los protagonistas ex sacerdote, también sobre las causas de como se ha llegado a esa situación de ser sitiados, la ridiculez de la ‘inexpugnable’ Línea Maginot (se hizo a lo largo de toda la frontera franco-germana, y los teutones la ‘salvaron invadiendo Bélgica, y en esta frontera con Francia no había esta defensa).

La cinta carece de cohesión, discurre en medio de viñetas, sobre todo en su primera mitad esto resulta más acusado. Adolece de falta de intensidad dramática, salvo los esporádicos bombardeos, el peligro resulta poco acuciante,... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow