Casi al mismo tiempo que "Jack Ketchum's the girl next door" se realizó esta "An American Crime", díptico de la tortura del que desconozco si cuentan realmente distintas versiones de la misma historia verídica en la que se basan. Aquella se situaba en los 50, ésta en los 60, por lo demás demasiados paralelismos como para no quedarse con la mosca detrás de la oreja. Sea como fuere ambas tienen cuando menos algo que las salva directamente a mi parecer, la capacidad de mostrarnos (alguno dirá y con cierta razón que no hace falta ser tan explícito) la violencia como algo detestable, injustificable y su fría naturaleza humana. Lo que se expone en ambas es cómo dentro de personas en apariencia normales, principalmente niños en este caso, hay una maldad intrínseca que se desata en ocasiones como fuerza de locura irrefrenable, una atracción desconocida por la agresión. Es, en este terreno, desoladora, tanto el film de Gregory Wilson como éste de Tommy O'Haver que dicho sea de paso, da un vuelco a su carrera con un giro de 180º en relación a las temáticas de sus films anteriores.
Pero, más allá de su impacto evidente "An American Crime" cae en ciertas recreaciones innecesarias, algún efecto sorpresa discutible y aún siendo más ligera que "The girl next door" no consigue imprimir buen cine más lejos de su puñetazo emocional lógico de antemano, por otra parte.

Rob Zombie ha conseguido colarse en los grupos de directores interesantes del nuevo cine de terror a base de combinar estilo con orginalidad. "Los renegados del diablo" incluso consiguió atraer a muchos críticos, tan reacios y escépticos de cara al cine de terror actual. Si somos objetivos en la filmografía de Zombie encontramos una idea medianamente original como "La casa de los 1000 cadaveres", una prolongación de esa idea y ahora un remake de una pelicula ya existente. Tendrá que ponerse las pilas si no quiere que empecemos a dudar de su creatividad.
Lo reconozco, me cuesta horrores juzgar este "Halloween" de ahora sin olvidar (y seguramente no hay que hacerlo en ningún momento) la obra maestra de Carpenter que, verdaderamente reinventó y revitalizó el género a finales de los 70. Zombie, a parte de tetas que hay muchas, en líneas generales aporta dos cosas, ambas perfectamente innecesarias al espíritu del film original, uno, la sangre (en los tiempos que corren no se puede hacer nada sin ser explícitos y degollar a granel) y otro, un intento fallido de acercarnos al trauma o problemas mentales de la personalidad de Myers a través de los primeros cuarenta minutos que no aclaran ni descubren nada que no nos hubiera mostrado Carpenter en mucho menos tiempo. Myers es un enfermo mental, un psicópata que sí, vivió traumas infantiles y situaciones complicadas, y ya está. Valga ésta, que Zombie llama parte de precuela, para darle cancha a su mujercita en el papel de la madre de Michael que en el film de Carpenter era un personaje irrelevante y si salía no me acuerdo. El doctor Loomis aquí está interpretado por Malcolm McDowell, sin duda un acierto de casting, pero es muy dificil vivir con el recuerdo de Pleasence.
Este "Halloween" presiento que va a poner contra las cuerdas a muchos de los defensores de Zombie si al menos conocen o han visto el film de Carpenter, pregunta que presiento con respuesta afirmativa. Prepárense a ver críticas donde se resalten nimiedades a favor, como la textura del film, muy de Zombie, repleta de suciedad, reflexiones sobre la maldad pura o cómo Zombie, tal vez consciente de que no puede superar el precedente en realidad hace un homenaje... Yo ya no me creo nada, la saga de "Halloween" estaba más que muerta después de muchas secuelas desastrosas y los tiempos no están para jugársela con ideas nuevas y originales, a las generaciones actuales no se las puede tal vez sentar a ver un film de hace 30 años de terror sin sangre, hay que hacerla de nuevo, adaptarla a los tiempos que corren y decir que cualquier tiempo pasado fue peor.
Para Zombie empieza la verdadera cuenta atrás, lleva puesta la máscara de director con talento y se le empiezan a soltar las cuerdas...

No sé, tal vez tenía un mal día. Lo cierto es que en esta pelicula de supuestas personas reales como la vida misma y diálogos maravillosos yo solo ví marcianos. Uno a uno todos los personajes se van desmontando según hablan y al final uno tiene ganas de abofetearlos a todos en fila india uno tras otro. Desde luego guapos son pero cuando hablan la cagan.

"Ben X" es el primer largometraje del belga Nic Balthazar en el que según parece adapta su propia novela. Es un film que aborda desde una perspectiva cuando menos personal temas tan habituales como la inadaptación de un jóven diferente en un entorno escolar lleno de estúpidos dispuestos a amargarle más la existencia, el autismo del protagonista, la incomunicación, soledad, suicidio... Todo enredado además en la madeja de la influencia de esa otra realidad virtual que conocemos como videojuegos que alienan en este caso aún más al protagonista. Pero el acierto de "Ben X" o uno de ellos está en no hacer mucho didactismo al respecto, es un largometraje poderosamente interpretado por Greg Timmermans, donde priman más los espacios a la reflexión que las líneas desgastadas del planteamiento obvio y facilón. Sus pies son firmes cuando esquiva esas líneas, cuando abre caminos a la redención, al derecho a reinventarse uno mismo la existencia, a decidir en definitiva la ruta a seguir e incluso el derecho a decidir cuando se acaba el juego. Sabe sorprender.

"Nacho libre" es una muy particular comedia realizada por uno de esos bichos raros que andan sueltos por Estados Unidos entre clones y más clones, Jared Hess. No está tan lejos de "Napoleon Dynamite" como podría parecer a raíz de las demoledoras críticas que ha cosechado tras su célebre precedente. El estilo Hess está repartido por toda la película y en muy contadas ocasiones uno puede contemplar señales de la típica comedia con Jack Black (vease "Envidia", "Escuela de rock" etc...). Es un regalo para el señor Black y un milagro que Hess haya podido hacer el film (y eso se ve) como es, que así parece que no han metido las narices en su trabajo. Es comedia entrañable, con un ritmo y unas formas que probablemente haga tirar de los pelos a más de uno porque no es más de lo mismo, es una rara avis y como tal se alza por encima de la media.