Una auténtica maravilla en todos los sentidos. Tenía ganas de verla por lo bien que se comentaba de ella y porque la dirigía Joon-ho Bong (autor de la bastante notable "The Host"), y estoy totalmente de acuerdo. Cierto es que no es monótona como otras películas de asesinos en serie, esta está contada de una forma diferente (aparte de que está basada en hechos verídicos). Hay elementos a destacar como el soberbio guión, su fría ambientación, las actuaciones que son increíbles (destacando sobre todo el policía protagonista y un par de secundarios) y la música, que es grandiosa. El único punto negativo que le veo es que el final no lo logré coger del todo, quizás sea una tontería, pero no me enteré al 100%. A pesar de que su duración supera las dos horas, es tan entretenida que si no le prestas atención al tiempo, se te hace rápida. Una película magistral y totalmente recomendable.