Estamos ante una obra eterna de la historia del cine y vemos el resultado, año 37 y la película sigue un clásico obligatorio de ver y eso se debe a los valores eternos que la película trata, valores humanos aplicables a cualquier época.
Una película que en algunas cosas podría ser mejorada, en aspectos técnicos, grabación o en montaje, está claro que el cine ha avanzado muchísimo en el aspecto técnico pero cuando veo La gran ilusión veo un avance, una película que se adelanta a su época, un avance en el cine.
Una película rodada sin grandes escenarios para presentar la esencia de la película, sus diálogos, son en estos diálogos en los que se encierra la grandeza de la película.
Cuando sabía que se trataba de una película bélica había algo en mí que no quería verla, al igual que Senderos de Gloria, no me gusta el cine bélico, pero estas dos película son un ejemplo de cine antibélico, películas, sobre todo humanas.
La guerra sirve de base para tratar aspectos humanos como la amistad, el valor, la dignidad, las diferencias culturales y sus fronteras, el amor...bueno cada escena encierra un sentido, algunas escenas bastante emotivas y sentimentales y otras un tanto graciosas y divertidas, La gran ilusión es el ejemplo de cine eterno, un monumento al hombre.
Hay aspectos un tanto irreales como es el trato a los prisioneros de guerra por parte de los alemanes pero vuelvo a lo mismo, la guerra es una disculpa para hablar sobre el hombre y no sobre la guerra.
Sin duda es una lección de vida y de amor, una obra imprescindible de la historia del cine.