No es otra tonta película americana

Hace años que vi esta película y todavía la tengo en la mente. Y es que el cine no tiene porque ser bueno siempre. También tiene que haber películas para reirse y pasar el rato, y esta es una de esas películas.

Una película para ver con los amigos, tranquilamente en casa y con toneladas de comida basura. Sin duda es un gran plan.

Realmente, como se señala de manera certera en otras críticas de esta misma página, son ganas de pasar un mal rato el ver "No es otra estúpida película americana" con pretensiones de analizar cinematográfica el asunto. Joel Gallen dirige un film en clave paródica de varios filmes ("American Beauty", "Crueles intenciones", "American Pie", etc.).

Como decían, en los buenos tiempos, los guionistas de cierta familia amarilla de Springfield, una referencia cómica debe funcionar a dos niveles: debe ser graciosa y, para el público que pille la cita, algo más. Hay muchos gags de esta cinta que tienen fecha de caducidad temprana, lo cual la ha erosionado con el paso de los años.

No obstante, habida cuenta del género, hay cosas bastante peores, además se señala con el dedo hacia ese amplio abanico de barbaridades que se hacen en el cine "universitarios locos" y que Estados Unidos exporta a las salas de todo el globo (y, en el colmo del masoquismo, encima las consumimos).

Se tocan clichés y personajes estereotipados.

La pregunta es si al final no termina siendo otra estúpida películas americana...

Parodia poco inspirada sobre las típicas películas de adolescentes estadounidenses, plagada de gags y guiños, por desgracia la mayoría no muy afortunados.

La verdad es que es difícil reírse de una parodia sobre películas adolescentes cuando las propias películas adolescentes llenas de topicazos son risibles ya de por sí. Es por eso que esta parodia resulta por momentos confusa y si bien es evidente que todo es una coña, no es difícil encontrar similitudes reales con las películas de adolescentes que se toman en serio a sí mismas. 'No es otra estúpida película americana' pretende ser gamberra y lo es hasta cierto punto, pero su ironía carece de mala leche y se diluye ante la propia estupidez de lo que parodia.

Vamos, que el guaperas, la fea impopular que todos sabemos que no es fea solo por llevar gafas y coleta, las animadoras, los salidos y demás fauna típica universitaria de los que pretenden hacer la gracia, los personajes en esta película no son mucho más cómicos que de los que se ríen. Y eso en un film que se basa única y exclusivamente en bromear sobre el mismo tema pues ya es un lastre.

A pesar de que la idea de base ya es mala, la película en sí no es catastrófica. Al menos da en el clavo detectando a la perfección muchas de las constantes absurdas de las películas de las que se ríen. Tiene algún punto bueno, mucha chica guapa empezando por una espléndida Jaime Pressly (aquí más fina que en 'Me llamo Earl' pero con parecida mala leche), alguna ocurrencia interesante (la alumna de intercambio, la periodista infiltrada, el pésimo padre de la protagonista...) y varios chistes graciosos, sobre todo los que los propios protagonistas comentan sobre la marcha más que los visuales, que resultan un tanto pasados de rosca, y los escatológicos que tampoco funcionan demasiado y terminan resultando reiterativos.

Hay mejores películas que esta para pasar el rato, pero también las hay peores. Así que si os la encontráis por casualidad en televisión y no hay nada más interesante que ver tampoco le hagáis ascos.

Poca cosa.

Siempre me llamó la atención esta película y me ha sorprendido mucho al ver como coge las películas de adolescentes anteriores a esta como Crueles intenciones, American Pie, 10 razones para odiarte y American Beauty entre otras para hacer una batidora de gags sin sentido y absurdos para entretener y divertir a partes iguales. Es cierto que abusa de algunos chistes repetitivos y personajes un tanto cargantes como los jóvenes salidos. Reune momentos para recordar, asquerosos y totalmente impredecibles que rompen con cada tópico del género y por ello la película se autoparodia y se autodefine como la película anti-americana riéndose de todo lo expuesto. Algo así como la Scary Movie de las comedias para adolescentes. Chris Evans estaba empezando y hacía sus pinitos aunque tuviera que enseñar más cacho de lo normal. En definitiva, un conjunto de gags constantes sin mucho sentido, un guilty pleasure para disfrutar entre colegas, exclusivamente para adolescentes que quieran desconectar el cerebro y reírse pero no le busquéis la verosimilitud, todo está exagerado. Muy divertida.

La cuestión es que sí que es otra estúpida película americana más. Y gracias a ello nosotros podemos disfrutar una vez más de esos instis molones con taquillas personalizadas, animadoras buenorras, tíos triunfadores, tíos marginados, el último partido de la temporada (de noche), las becas universitarias, el entrenador, las gradas, la familia disfuncional, la chica rara (protagonista), el chico chulo y cabrón que encuentra su camino en la vida y se vuelve bueno (protagonista), los enormes jardines, el baile de fin de curso y a Chris Klein cantando: Duuuuuubidubidu ah! duuuuuubi dubi dubi du ah!.