Sor Citroën

Cosas de pura vergüenza ajena:

- Separar a dos hermanos solo porque son de sexo diferente. Es lo que tiene la religión, que tienen una neura y una obsesión con el sexo opuesto que no pueden con ello. Era la época donde se segregaba a los niños por sexos, no había educación diferenciada, de ahí que en esta película estemos como en los colegios del opus dei o los quicos, los niños con las niños y las niñas con las niñas, que lo otro es pecado. Al menos la película parcialmente lo arregla en la parte donde Sor Tomasa y el padre Jerónimo juntan a escondidas a los niños para que se vean de cuando en cuando y jueguen juntos).
- Utilizar a los niños para pedir y dar más lástima (Sor Tomasa lleva consigo a uno de los niños cuando pide por las casas).
- En una de las visitas que hacen las monjas para pedir, sale una mujer que dice que su marido le pega. Sor Tomasa le dice: "¿no será que tú le provocas"?.
- Uno de los niños protagonistas se pierde y se ponen a rezar por encontrarlo. A mi se me ponen los pelos como escarpias de ver a niños de 4-5 años (que no saben ni lo que es la religión) arrodillados ya totalmente adoctrinados por la religión católica.
- Por la parte final un ciudadano dice que las monjas tienen bula a la hora de las multas (en la película se ve eso, que la iglesia (en este caso Sor Tomasa) está exenta por norma general de pagar cualquier cosa cuando los demás pagan y nunca mejor dicho todo "religiosamente").
- Cuando a veces se quiere dar ayuda a cambio de fe. Esto lo ha hecho muchas veces la religión para ganar adeptos en los que poder llenar sus filas. Por ejemplo cuando Sor Tomasa le dice a un ladrón (López Vazquez) que "si creyeras..." en plan "si creyeras serías más bueno". Hay que diferenciar la fe que se tenga (o ser de una religión) con la moral que pueda tener cada uno. Por ejemplo puedes ser ateo o agnóstico y ser una bellísima persona y declararte católico y ser una mala persona, cerrada. También se han dado caso de esos, de religiosos que ayudan a los pobres pero a cambio de que vayan a misa, de que se evangelicen, etc, aunque en este caso solo se ve un poco de soslayo cuando están rezando niños de 4 años cuando un niño se ha perdido.
A "Sor Citroën" le pasa igual: es un divertimento pasable (por ejemplo cuando se pierde el niño, al poco es encontrado y aquí paz y después gloria, porque su rescate no tiene emoción) hay algunas escenas divertidas/lacrimógenas y porque en general Sor Tomasa tiene buen corazón y trata de ayudar a la gente. Me pareció por ejemplo muy ingeniosa la escena de "el cuchillas" (López Vazquez) cuando roba un jamón y la monja lo salva diciendo que le había encargado ella cogerlo y que se lo llevara, salvando al ladrón que siempre vivía a salto de mata. Y también me pareció interesante que no tuviera el típico final feliz.

Cosas positivas:

- En aquellos tiempos no estaba bien visto precisamente que una mujer condujera. La sociedad era en aquellos tiempos muy machista (una mujer casada no podía tener una cuenta bancaria propia, o estaba mal visto que una mujer incluso casada tuviera orgasmos, ya que era visto poco menos que como una prostituta. También la mujer estaba relegada a ser mantenida por el marido y esos consabidos de "a fregar, a barrer y a fo..."). Ver que un personaje femenino, y además monja condujera es algo positivo.
- Me gustó ver como Sor Tomasa no obedecía las órdenes de su centro y juntaba de cuando en cuando a los hermanitos para que estuvieran juntos y jugaran.
- La idea de que la gente mala puede ser recuperable (anti cadena perpetua): Sor Tomasa aboga por la libertad de una detenida por la policía en comisaría o ver como acaba "el cuchillas".

Y una cosa más. Al principio de la película Sor Tomasa tiene un accidente bastante aparatoso con varios comerciantes del lugar y adquieren las monjas una deuda enorme, que solo se puede solventar vendiendo el coche, el Citroën. Pero al final no lo venden ¿qué pasó con la deuda, olvidaron pagarla?.