El oro de Moscú

Terroríficamente mal envejecida, recuerdo ver el oro de Moscú en su estreno y reírme en más de una ocasión, por lo que contaba en este revisionado con un aprobado. Será que soy más viejo, o que ha mejorado mi paladar, pero la película a día de hoy es un festival de caspa importante que parece sacado en los años 90, como mucho.

Todo se resume a que vería el oro de Moscú con la puerta de mi habitación cerrada para que nadie pudiera ver que la estoy viendo. Un humor básico, de serie de televisión que funciona a ratos como gran reunión de cómicos. Como un especial de José Mota pero sin modernizarse.

Fuera de esto, la película no aburre, y todavía sobrevive en algunas ocasiones a la vergüenza ajena que generan su mayoría de escenas, pero dadle un par de años más y la película seguirá bajando en picado.

Santiago Segura, con su saga “Torrente”, puso de moda la comedia española con participaciones y apariciones del máximo número de cómicos y famosos posible. Y así es “El oro de Moscú”, una improbable búsqueda del tesoro en la que podemos ver a la mitad de los humoristas del momento, y de varias generaciones anteriores.
La película me resulta graciosa, con un Santiago Segura muy calzonazos, y un Jesús Bonilla muy enfadado y cascarrabias. Sus diálogos son divertidos y las situaciones muy variadas.
Los “cameos” abundan. Algunos, como el de Pajares, solo tienen la gracia de ver al personaje en cuestión, sin que tengan ninguna frase especial. Otros son un poco mejores, como el del pocero (del dúo Sacapuntas), Florentino Fernández o Arévalo.
El film tiene un humor del tipo de “Mortadelo y Filemón”, que seguro que a muchos no les hace la más mínima gracia, pero que a mí me hace reír en varias escenas.
Las secundarias más acertadas son Neus Asensi y María Barranco, las respectivas esposas. También Gabino Diego es gracioso, incluso aunque no abriera la boca.
Es la típica comedia española divertida para echar un rato, pero que objetivamente anda bastante raspada de calidad cinematográfica. Eso sí, es mejor que la otra que hizo Jesús Bonilla años después (“La daga de Rasputín”), eso está claro.

Por un lado, sí...ante la ingente cantidad de chistes (alrededor de unos veinte por minuto) uno ACABA RIENDO ALGUNA VEZ.

Pero en su mayoría pasa por el largo con un supor usual en la comedia patria. Y eso que las cosas como son, la idea de partida, SUELE SER ALGO MEJOR A LO HABITUAL.

Pero cae en los mismos errores de siempre, en la comedia costumbrista habitual. La que convierte un LARGO en una serie de sketches rancios televisivos que va de mal en peor.

Tenemos los clásicos alicientes:

-Personajes que están basados en un atributo principal (el inseguro, el que se agarra al dinero, el facha, la famosa, el pringao, la mujer de uno, la mujer del otro, los cubanos que hacen frases comunistas). Salvo de esto a Resines, que es el único que tiene un personaje algo trabajado (si bien es cierto que está metido con calzador).

-Cameos a mansalva. Lo que hace que la película sea una marisma de escenas en las que los protagonistas van de un lado para otro y tengan conversaciones. La acción pasa casi al final y con un interés nimio. Pero el resto es escena tras escena ir de un lado a otro con diferentes personajes buscando cameos.

-En su mayoría bromas de sexo o de fachas y de rojos. Es así, EL 95% del filme se basa en caricaturizar y en poner frases de fachas y rojos a diestro y siniestro. Al rato, de verdad...CANSA.

-Actuaciones flojas. Segura está por estar, Bonilla que lleva la voz cantante no es santo de mi devoción y el resto no están demasiado presentes como para que se les mencione (si me apuran Concha Velasco, Resines y Gabino Diego salen del paso).

-Excesivas tramas quedan apartadas (coño, el supuesto drama en el que vive rodeado Segura, lo ninguneada que está Neus Asensi en el papel de su mujer).

En fin, para cuando llegamos al meollo (después de haber hecho un grupo a lo Ocean´s Eleven descompensado y muy forzado) ya poco importa. El interés para un servidor es bastante pobre.

Lo dicho, alguna cosa salvable, pero COÑO es que este producto no cuenta con dos duros, cuenta con una cantidad decente para hacer algo MÁS MEMORABLE que esto.

Dicho queda.

No tiene gracia.
No tiene interés.
No tiene ritmo.
Eso sí, mucho actor español conocido.
Coge las peores películas de humor españolas, súmalas todas y quítalas la gracia... Enhorabuena has encontrado el oro de Moscú.

Creo que es la primera crítica que escribo, porque me parece alucinante que este auténtico bodrio tenga 4,1 de media.
Como digo, no es que no me hiciera ni puta gracia, es que la tuve que quitar y califiqué el tiempo que había invertido en ese momento como un auténtico desperdicio inmundo.
No soy ni mucho menos cinéfilo, ni ducto en la materia, y puede ser que haya visto películas muy malas, pero oye siempre que me preguntan cuál es la peor película que he visto me viene ésta a la cabeza en un milisegundo.