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Magia bajo la luz de la luna

Comedia. Romance En la Francia de los años 20, durante la época dorada del jazz, un mago inglés (Colin Firth) está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone). Esto desencadenará una serie de hechos mágicos que sacudirán la vida de ambos.
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Críticas 148
Críticas ordenadas por utilidad
22 de octubre de 2015
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Magia a la luz de la luna

Woody Allen nos regala, una vez más, tras casi cuatro décadas de frenética vitalidad creativa, una deliciosa comedia. La genialidad de este hombre, siempre reconocible pero, al mismo tiempo, extrañamente diferente, no parece tener fecha de caducidad. Porque Allen es un genio, un intelectual, un cómico, un seductor y el más sorprendente embaucador de la historia del cine. 

En esta ocasión, nos traslada de los míticos años veinte. Envuelve su delicatessen en una fotografia que me recuerda algunas pinturas del impresionismo; capta la luz de la Provenza con intencionado énfasis sin traspasar la imperceptible línea roja de la caricatura; elige y mezcla con admirable acierto la música que más le gusta; con encomiable economía de recursos recrea admirablemente la atmósfera de la época a través de una sofisticada y elegante clase social que retrata sin dejar nunca de desnudar sus carencias ni de exponer muchas de sus ridículas veleidades; la disecciona y analiza primero con la habilidad de un experto cirujano sin esconder su irreprimible predilección por ella y, con la misma natural displicencia, la tritura después sin un ápice de piedad. 

Buena parte de su ideario está contenido en el discurso de su principal protagonista, el estupendo actor británico Colin Firth, que se dio a conocen al gran público en “El discurso de rey” aunque ya venía precedido de una larga carrera de éxitos. Su brillante, atractivo y elegante papel va a encandilar sin lugar a dudas a buena parte del público femenino y por qué no, tal como están las cosas, también del masculino.

La endiablada, insolente y aséptica racionalidad de Woody incomodará a un buen número de espectadores pero a éstos, les asiste el irrenunciable derecho de abandonar la sala. Su sentido del humor es corrosivo como el ácido pero tan estimulante como el más embriagador de los brebajes. Te transporta a alturas donde la vista te permite divisar un panorama indistinguible desde la insoportable mediocridad cotidiana. 
Como el protagonista de su película, Allen es un mago prodigioso, diabólicamente listo y la profundidad de su chistera no conoce límites. Y no te queda más remedio que unirte a él porque esos 97 minutos de regocijante recreo son un chute de la mejor adrenalina y, al final, cuando respiras el aire de la calle, nieve, truene o relampaguee, piensas que fue un gran acierto haber asistido a su función de magia.
Finalmente, “Magia a la luz de la luna”, no deja de ser una comedia romántica con final feliz pero ya me gustaría ver más cine de este popular género tejido con la mitad de originalidad y gracia. Mantener el testarudo envite de hacer una película cada doce meses sin demasiadas arritmias está al alcance de muy pocos y ojalá que este portentoso mago continue sacando de su chistera un nuevo truco al año para regocijo de todos sus incondicionales admiradores.

Y si a través de esta humilde crónica no he podido disimular y, menos aún, dominar mi exacerbado entusiasmo, les pido mil disculpas pero es que uno también sucumbe ante sus lamentables debilidades.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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12 de mayo de 2016
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Woody Allen se ha enfrascado en multitud de géneros cinematográficos, ha trabajado con la mayoría de actores con y sin renombre y todas sus películas tienen su toque especial que las hace únicas, independientemente que sea o no tu director preferido.

Magia a la luz de la luna, es una historia que arranca una una mas que decente ambientación, en donde el vestuario, el encuadre y la puesta en escena serán sus puntos más importantes además de contar con una excelente banda sonora que ameniza la película y nos va dirigiendo sin apenas percatarnos.

La historia desde bien pronto llega al espectador como algo recurrente y sencillo, y será esa misma sencillez la que acabe por conquistarnos. Con un ritmo pausado la película se va abriendo paso, y gracias a la elegancia con la que Allen mima a sus películas, es capaz de transformar una película algo corriente en un producto bien trabajo, con un guión muy estudiado que nos deja unos diálogos muy elaborados con los que nos iremos poco a poco sugestionando para llegar a un final muy a lo Woody Allen.

Otro de sus puntos a favor es el gran trabajo realizado tanto por Emma Stone, de la cuál podemos decir que está sublime, es sin duda su mayor logro hasta el momento, muy bien acompañada por Colin Fith que también logra una magnífica actuación y juntos bordan unos personajes llenos de carisma y empatia, se nota entre ellos mucha química y eso el espectador es capaz de captarlo.

En su contra tenemos la gran losa de parecer una película poco arriesgada con algunos puntos de inflexión a mejorar que puede dejar la sensación de película de relleno para su director.

Como conclusión podemos decir que la película va dirigida a los fanáticos de Woody, ya que verán en ella su sello y su forma peculiar de hacer cine, para el resto se trata de una película muy sencilla en donde todo radica en creer o no creer.

Lo mejor: Emma Stone por primera vez
Lo peor: Su poco aplomo para atraer nuevos seguidores
Recomendada: Si

@cineypunto

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fauno21
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22 de julio de 2020
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Película injustamente infravalorada de su última etapa, puesto que supo utilizar una vez más hábilmente la comedia para dejarnos algunas de las reflexiones más oscuras, nihilistas y misántropas de toda su filmografía. Si hay algo que sabe manejar Allen es la capacidad de utilizar la comedia para trasladar conclusiones amargas. Y “Magia a la luz de la luna” es un caso perfecto de ello.

Además, aúna en esta cinta (mucho más importante en su trayectoria de lo que pudiere parecer a simple vista por lo que compendia) dos de las grandes especialidades de la casa: su pasión por la magia y su amor por la década de los felices años 20. Para cuadrar definitivamente el círculo, decide jugar con ventaja y las cartas marcadas (como tahúr de juventud que fue) y tira de Emma Stone para que todo sea idílico. Porque lo de esa chica está por encima del bien y del mal: no sólo es la belleza personificada (sí, lo reconozco, hace mucho tiempo que estoy profundamente enamorado de ella, de la mejor sonrisa del cine y de esos ojos azules insondables), es su capacidad interpretativa, excelsa siempre y directamente prodigiosa cuando aparece (con cierta habitualidad) en la filmografía de Woody.

El argumento de esta comedia parece la excusa perfecta para desarrollar en cascada toda la temática propia de su cine: un mago (magnífico Colin Firth como alter ego nihilista, pesimista y misántropo de Woody Allen) recibe el encargo de desenmascarar a una médium que trata de sacarle el dinero a una familia tan crédula como rica. Esa estafadora es Emma Stone y, claro, es obvio que todo se va a complicar sobremanera.

A través del personaje de Colin Firth, Woody Allen descarga su tristeza melancólica sobre el mundo, su ateísmo, su venir de vuelta de todo, su falta de fe también en el ser humano, su nihilismo absoluto, su misantropía. Sus diálogos están cargados de una negra hondura maravillosamente impropia en una comedia romántica. Ahí radica la genialidad de Woody Allen.

Y mucho ojo a la belleza extrema de colores maravillosamente saturados de su dirección de fotografía (como viene siendo habitual en su última etapa), en esta ocasión de Darius Khondji en la línea del mejor Storaro. Y claro, la ambientación musical de la época, sobre la que Allen es uno de los mayores sabios mundiales, es absolutamente perfecta.
Sergio Berbel
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2 de octubre de 2020
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Seguramente Magia a la luz de la luna ocupará un espacio menor en la filmografía de Woody Allen, pero se trata de una deliciosa comedia retro sobre un individuo racional que pretende desenmascarar a una joven que afirma tener poderes paranormales. Colin Firth y Emma Stone tienen una estupenda química, y la película acierta en su combinación de ligereza y profundidad. Además, su desenlace - muy propio de Allen - vindica la fantasía como elemento confortador.
Juan Pais
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21 de enero de 2021
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He visto... Magia A La Luz De La Luna...
https://www.filmaffinity.com/es/film301370.html

Un 6. Podría ser algo más, pero ciertos diálogos y la excesiva teatralidad con que Allen dota a algunas de sus obras, hacen que se me caiga un punto. Y eso que adoro a Emma Stone.

Viéndola, lo que me venía a la cabeza es que cuando veo cine, no quiero ver artes escénicas llevadas a pantalla. Quiero cine. Quiero que me engañen y creerme lo que me enseñan. Y disfrutar con ello. Y con esta película, veo que están haciendo cosas que no son cine, en el cine.

Y sé que soy injusto, porque hay películas que para mi son grandes, y que no cumplen lo que estoy diciendo. E incluso son claramente teatrales. Pero en esta película, con dos detalles de la interpretación me hubiese quedado contento.

Y una vez establecido mi egocentrismo, diré que la obra es simpática y el toque romántico está desde el principio, aunque he tenido la impresión de que se dibujaban detalles con brocha gorda... y no encajaba. Aun así, la he disfrutado. Pero no sé si es película para gustar a todo el mundo, ni a los amantes del género.

No sé si la volveré a ver, pero he agradecido verla.
aMule
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