Clannad: After Story (Serie de TV)

Actualmente llevo 7420 dias de vida aproximadamente. En esos días he reído, he llorado, he jugado y he crecido. He pasado por muchas experiencias, algunas verdaderamente traúmaticas, otras realmente esperanzadoras, emotivas, crueles... Reflexionando en mi vida sólo veo evasión tras la infancia. Mi cambio de la infancia a la adolescencia fue abrupto, en demasía, no pude soportarlo, yo, sensiblero donde los haya, deje de llorar. Simplemente no podía. Pensando llegué a la siguiente conclusión, para evitar que mis pensamientos divagaran en las profundidades del dolor, debía buscar la diversión, las risas y formas de entretenimiento que alejaran mi corazón de aquellos bastos lares de la desesperación. Así llegaron los 7420 días, y ya sea por casualidad o sino me topé con Clannad. Jamás he llorado más en mi vida. Ayer la terminé, a solas, con mis lágrimas. Quién me diría a mi que lo que me devolviera a la vida, al mundo, fueran las lágrimas provocadas por una serie de "dibujitos". No es un anime, no es una obra maestra, trasciende de aquellas palabras que conocemos, es indescriptible. No es que entretenga, ni te haga pensar, ni llorar, hace lo que según lo que he conocido, no hace ninguna otra obra del mundo hecha por hombres, el querer cambiar.
No os animo a que la veáis. Más bien os lo exijo u imploro. Por favor, vean la obra que cambia mentes, Clannad.

Me uno a todos mis compañeros de critica, esta serie y en concreto esta temporada tiene mi 10.
Es bella, es hermosa, esta tremendamente bien llevada, es un gustazo, una maravilla, una cima dentro del anime. Agradecido quedo con todos los que la han creado.
La primera temporada es buena pero es que esta es excelsa.
Los personajes están tratados con un cariño y una delicadeza fuera de lo común.
Es tierna y simpática, divertida, alegre pero también triste, con un final catártico.
Es sorprendente lo que se puede llegar a hacer en anime cuando se cuida y se mima el guión.

(AVISO: La siguiente crítica contendrá spoilers en esta sección, ya que me sería imposible analizar este anime de otra forma).

Empezando con un nivel cómico a la altura de la anterior y presentado historias de personajes secundarios, que quedaron mejor porque no duran tanto como en la 1.ª temporada, la serie pega un giro muy notable, cuando vemos que Tomoya se gradúa y se sale, por fin, del instituto para afrontar lo que es la vida del "adulto" al meterse de lleno en la sociedad.
En esta parte hay que empezar a cambiar la forma de pensar porque los protagonistas también cambian. Ya no se puede ver la serie con los mismos ojos con los que veíamos el cap. 3; ahora Tomoya llega tarde de trabajar, agotado, y su mujer está esperándole para preprararle la cena y apoyarle en su día a día (...una niña de 12 años que se lo pasaba bomba con la 1.ª temporada no entendería muy bien estas situaciones o, a lo mejor, le parecerían aburridas).

Tomoya se busca un trabajo, se casa con Nagisa, su padre es encarcelado; preña, con todas las de la ley y sin que nosotros lo intuyamos siquiera, a su esposa; se muda a un apartamento y la carga dramática se nota mucho más, aparte de dejarnos el espacio sólo para los protagonistas. En el 13 Nagisa se gradúa, en el 15 conocemos el nombre que le darán a su futura hija, Ushio...y en el 16, tras un agradable encuentro con todos los antiguos amigos del instituto, la dulzura se vuelve amargura y melancolía cuando vemos que Nagisa, tras dar a luz, muere en el parto.
Si la cosa puede empeorar empeorará...y, esta vez, nos vamos más adelante, cuando esa niña ya tiene 5 años y un camino largo que cruzar para entenderse bien con un Tomoya derrotado, sin ilusión y más frío que nunca. Es en esta 3.ª parte de la serie donde asistimos a su momento (creo yo) más memorable; no por triste sino por bonito, el cual se da en un vasto campo de girasoles con el tinte naranja del sol de la tarde y donde Ushio, tras perder su robot, le dice a su padre esa frase inolvidable: "es el que escogiste y compraste para mí...el primer regalo de papá"; luego viene la preciosa melodía "The Place where Wishes Come True", de Jun Maeda, de fondo, y las lágrimas empiezan a fluir, como le pasa a la niña.

Con esa otra "Sanae me dijo que está bien llorar en el baño...y en los brazos de papá" Ushio se lanza a los brazos de Tomoya y rompe a llorar mientras esos destellos naranjas cruzan el paisaje, y, después, nos vamos al tren donde éste comienza a hablarle de Nagisa a su hija y, sin poder evitarlo, también se deshace en lágrimas al recordar el que fue el amor de su vida y el que ya no está con él en el mundo. Una sucesión de escenas que son las más lacrimógenas, preciosas e inolvidables que haya visto jamás en una serie de animación. Todo sigue el mismo camino, sobre todo cuando Tomoya y su padre se reencuentran, para llegar, esta vez sí, al momento más triste de la serie. Una calle llena de nieve, un padre abatido y una hija enferma andando por ella y que cae de nuevo en los brazos de su progenitor, ahora para decirle que le quiere antes de cerrar los ojos por última vez.
Todo se vuelve demasiado ácido, meláncolico y pesimista; la salvación no es posible para nadie en la ciudad donde Tomoya vive, y, tras ver el que habría sido un final más que magistral, aunque desagradable, Tomoya implora a gritos para que su difunta Nagisa ayude a la recién fallecida Ushio. Entonces llega la fantasía, el mundo alternativo de la chica y el robot se funde con el real dando paso a una conclusión onírica y de momentos épicos, regresando al pasado en el parto y, para gusto de todos, viendo como la heroína de la serie sobrevive a éste.

Así todo acaba bien; se puede llorar de felicidad y no de tristeza y tener ese final que todos los fans querían. Con "Small Palms" de LIA, llegamos al final, donde la vida de los protagonistas se ha desarrollado bien y la felicidad campa a sus anchas por toda la ciudad y en todos sus habitantes; como diría Nagisa, "igual que en la Gran Familia de los Dangos".
"Clannad" es una historia que no busca un llanto fácil, sino que sabe cómo hacer que el espectador se emocione con una combinación perfecta de música, la expresión de unos personajes bien trazados, el ambiente y, claro está, el gran trabajo que hacen los "seiyuus" con sus voces (bendita Mai Nakahara). No me extraña que sea uno de los trabajos más queridos de la compañía KEY, porque si te quiere hacer reír te hara reír, si te quiere hacer llorar pues llorarás, y como nunca, desde luego.

La serie juega con los sentimientos creando situaciones que están hechas para calar bien hondo en el corazón y en la memoria...todo ello le ha garantizado un puesto indiscutible en el Monte Olimpo de los animes.

Jamás pensé que podría escribir lo que a continuación se podrá leer.
Pero al tratarse de Clannad, una serie tan sincera y tan generosa con los sentimientos, voy a corresponder con la misma sinceridad que tiene esta obra de arte para destruirte con una belleza y un tacto tan preciso, que al hacerlo tendrás una lágrima y una sonrisa a la vez.

Y es que estoy escribiendo esto 10 años después de que viera por primera y última vez la serie. Jamás me he atrevido a volver a verla. He tenido deseos imparables de volver a hacerlo, pero jamás he sido capaz. Hay algo dentro de mi, que aún con la máxima ilusión, me lo impide.
Se exactamente el motivo por el cuál no puedo, y estoy seguro que alguien más sentirá lo mismo, y supongo que esa es una de las grandezas de Clannad.
Abruma todos tus sentidos, te los satura hasta límites que jamás podrías imaginar. Y eso duele. Pero duele en plan bello.

Sencillamente te atrapa. O más bien, te dejas atrapar. Porqué en el fondo te has enamorado de la serie, y no te culpo, como tampoco me culpé a mi cuando lo hice. Me dió igual si sonaba ñoño o tan cursi que vomitarías un maldito arcoiris. El anime es tan transparente que tienes la obligación, sin ser consciente de ello, de corresponder de la misma manera.

Es un anime que te lo hace sentir todo. Tanto que a veces es difícilmente explicable, pero a la vez se podría describir de mil formas y todas ellas serían igual de válidas.
Yo por ejemplo, y tras mucho tiempo analizándolo, me sentí como si me tirara en caída libre desde un lugar infinito, y a cada metro que fuera cayendo, fuera rompiendo muros, paredes, suelos... infinitamente uno tras otro, sin poder parar.
Me zarandeó hasta el punto de destrozarme por dentro y dejarme un sentimiento de vacío precioso, porqué lo sentí tan real que me estremeció entero. Sentí como si mi corazón se partiera en mil pedazos y no tuviera la capacidad de recomponerme nunca más. Y a todo ello sin darme cuenta, llorando como si acabara de hacerlo por primera vez.

Es mi anime favorito secreto, porqué nadie lo sabe, a nadie se lo digo. Pero no porqué me de vergüenza, sino porqué es un tesoro para mi, y me siento celoso de compartirlo con cualquiera.
Este anime tiene que ser una parte de ti, como si fuera una porción de tu persona, para que cuando encuentres alguien con quién compartirlo, tenga el sabor como de un regalo.

Esto no es una crítica para convencer a nadie de que vea el anime, pero si ha ayudado a comprender como me llegué a sentir cuando lo vi, recomiendo personalmente su visualización. Estoy seguro que a la manera de cada uno, va a descubrir algo que le acompañará para siempre en su vida.
Lo prometo, porqué a mi este anime me venció.

Tras una primera temporada con notables altibajos, KyoAni nos regaló uno de los mejores dramas que ha dado el anime, en dura pugna con Ano Hi Mita Hana no Namae wo Bokutachi wa Mada Shiranai. Técnicamente resulta apabullante, con unos increíbles valores de producción. Todo resulta magistral en Clannad:After Story, desde su animación hasta la emotiva banda sonora, pero sin duda su mayor virtud es su capacidad de emocionar, y no se vale de ninguna sucia artimaña para ello, lo cual es de agradecer y tiene gran mérito. Un anime de estas características merecería una extensísima crítica por mi parte si pretendiera hacerle justicia, pero mucho me temo que no es posible lograrlo con mis palabras. Así pues, resta recomendarlo encarecidamente, pues es un drama sobresaliente.